12 de abril - 2023

Por Edgardo Cabrera
Una completa desorganización es lo que padecen los automovilistas que tratan de cumplir con las exigencias de la Triste Historia que gobierna, y subrayó, “tratan” porque a cada paso del burocrático procedimiento hay obstáculos.
Por ejemplo, quienes acuden a los módulos de Repuvet para colocar los chips de localización, que no sirven para nada, y en un momento le explicó por qué, deben salir de madrugada de su casa y con la bendición del santo de su mayor confianza, para alcanzar una de las 40 fichas que reparten por día, recordemos que el padrón vehicular público y privado es de más de 400 mil en el estado y solo hay tres módulos, haga los cálculos para estimar cuándo acabarán.
Eso sí presumieron en enero que la Comisión Ejecutiva del Sistema Estatal de Seguridad Pública, a través del Centro Estatal de Información instalaron tres módulos del Registro Público Vehicular en los municipios de Tlaxcala, Apizaco y Huamantla, pena les debería dar su miseria y lentitud, porque por cada auto tardan al menos 30 minutos y solamente son TRES módulos.
Quienes tratan de contribuir al negocio del gobierno de Cuéllar de reemplacar, primero tendrán que sortear el requisito del chip Repuvet para acudir así a alguna de las delegaciones de Movilidad donde pasaron de las citas electrónicas -como se trabaja en los trámites federales para agilizar tiempos-, incluso en la administración estatal anterior ya se venían manejando, para regresar a la Triste Historia de las interminables filas de personas, quienes tras horas de estar formados pueden recibir hasta tres sorpresas:
Que les falta algún documento actualizado y validado $ por Finanzas; que ya se les acabaron las placas del día; o que las placas parecen desintegrarse en sus manos por el pésimo material, son tan delgadas que parecen hojas de papel.
NO HAY REGISTRO
Basta revisar los reportes cotidianos de robo en Tlaxcala para corroborar que los mentados arcos lectores de los chips en la mayoría de las ocasiones no registran el paso de las unidades que son robadas.
Entre las primeras cosas que hacen los policías son pedir si los arcos de seguridad de Repuvet detectaron algo, y la respuesta siempre es negativa, por la sencilla razón que los delincuentes no son idiotas, lo primero que hacen es quitar ese chip del parabrisas, o de plano transitar por caminos alternos que les permitan huir del estado. La otra hipótesis, es que esos arcos no sirven, no están activados.
DESCONFIADOS
Con la novedad que la Fiscalía General de la República asestó un fuerte golpe a la delincuencia organizada (esa que dice el gobierno de Cuéllar que no existe), luego de desarticular a una banda dedicada al robo de autotransporte en la zona de Calpulalpan.
Hubo intercambio de balazos entre la Guardia Nacional y los hampones, conocidos como “la pájara” y los “Montalvo”, que intentaron secuestrar previamente una persona, hasta ahí todo bien, pero como el protagónico Celaya quiere ser ajonjolí de todos los moles, cuando se desarrollaba el operativo intentó intervenir, incluso mandar el helicóptero que solo ocupan para intimidar a manifestantes, por fortuna no lo dejaron y lo relegaron los federales, y es que, como dijera nuestro amigo y colaborador Mauricio Hernández, en el apellido lleva la fama, por eso de la cajeta.
