Por Edgardo Cabrera

Ya raspó a Tlaxcala el juicio de Genaro García Luna en Estados Unidos, considerado como el enemigo número uno del presidente López Obrador y señalado por sus propagandistas como el comienzo del largo hilo de una red delincuencia que supuestamente alcanzaría al ex presidente Felipe Calderón.

Resulta que la esposa del recientemente nombrado secretario de Seguridad Ciudadana, Ramón Celaya Gamboa, fue evidenciada por la prensa nacional (El Universal y Milenio), por ampararse ante juzgados federales, por temor a una orden de aprehensión en su contra.

Resulta que doña Maribel estuvo como coordinadora de la Unidad de Desarrollo de la Secretaría de Seguridad Pública Federal en 2007, y entre 2009 y 2012 fue jefa de la División de Inteligencia Policial de la Secretaría de Seguridad Pública Federal, que precisamente encabezaba García Luna.

De acuerdo con el diario El Universal, en diciembre de 2019, la Unidad de Inteligencia Financiera, reveló que se investigaba al círculo cercano del exsecretario de Seguridad Pública en el sexenio de Felipe Calderón, por presunto enriquecimiento ilícito y lavado. 

El mismo diario, así como Milenio, dieron cuenta el año pasado que la también ex secretaria de Seguridad Pública en el gobierno priísta del Estado de México, promovió un amparo ante la posible orden de aprehensión que pudo haber girado en su contra el juez que ordenó la captura de ex funcionarios por el caso Rápido y Furioso.

Mientras que este mismo jueves, en la conferencia mañanera del presidente de la república, el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Pablo Gómez, dio a conocer más detalles de una demanda civil que interpuso el gobierno de México contra Genaro García Luna, por “hurto” al erario mexicano de 745.9 millones de dólares, que incluye una red de colaboradores y cómplices, entre ellos la esposa del propio ex funcionario protagonista del juicio que se desarrolla en la corte de Brooklyn, Nueva York.

Pese a saber del antecedente, la Triste Historia contrató desde enero al mexiquense para ponerlo al frente del combate a la delincuencia en Tlaxcala. En su corta estancia, solo quedó en evidencia el robo a dependencias estatales y escuelas, la continua aparición de cuerpos sin vida, y la detención de supuestos “capos” que salen libres en cuestión de horas por falta de elementos. 

RECUERDAN…

A colación, en su momento también hubo la advertencia de los antecedentes del primer secretario de Seguridad Ciudadana, el hoy prófugo Alfredo Álvarez Valenzuela quien desde noviembre del año 2021 evadió una orden de aprehensión que pretendían ejecutar elementos de la SEIDO, amén de enfrentar señalamientos por tortura, acoso sexual, abuso de autoridad, privación ilegal de la libertad y de participar en el desalojo violento realizado por agentes federales y estatales contra normalistas de Ayotzinapa en diciembre de 2011, el cual dejó un saldo de dos estudiantes muertos.

Pese a las advertencias, todo se ignoró, hasta que huyó dejando acéfalo el puesto. Se repite la historia, triste.