Por Edgardo Cabrera

Vaya papelón que hizo Homero Meneses este miércoles frente a la secretaria de Educación federal, Leticia Ramírez, quien simplemente constató la forma intolerante, clasista y despectiva con la que se dirige quien utilizó la bandera del socialismo en su momento para saciar sus ambiciones capitalistas y de poder.

Resulta que, al ser evidenciado por la prensa ante su negativa al diálogo y los acuerdos, el funcionario se entrometió en la entrevista con la secretaria, no pudo ocultar su molestia y simplemente balbuceó en un intento por defenderse y no quedar mal frente a sus dos jefas, la otra, la gobernadora Cuéllar.  

El asunto es que desde la semana pasada los docentes de telesecundarias de la Sección 55 del SNTE han realizado una serie de protestas en contra de la administración estatal ante el proyecto de fusión del subsistema estatal con el subsistema de telesecundarias federal que, según los sindicalizados, pondría en riesgo sus derechos laborales, aunado a los deficientes servicios médicos y la negativa a reintegrar sus gastos en esta materia, como establece su contrato.

La última manifestación fue la víspera, cuando reprocharon la cerrazón de Homero Meneses, quien no es la primera vez que es señalado por su intolerancia, soberbia y negativa al diálogo, pero también por su desinformación.

Sobre esto, la secretaria de Educación federal, entrevistada de forma improvisada durante su visita a Tlaxcala, enfatizó que el diálogo debe ser permanente, pero también la apertura de escuchar y “resolver de mejor forma las inconformidades”, pero las palabras fueron en respuesta a la impertinente intromisión de Meneses, quien en su balbuceo dijo de mala gana a las reporteras que “ya tuvieron reuniones” en las que, según él, explicó algo que, por cierto, no pudo exponer ante la prensa. 

“¡No hay ninguna absorción, hay una reestructuración nada más de la burocracia!”, lo que es falso de acuerdo con los propios maestros. Ante los malos modos, de manera serena y paciente, como auténtica profesora, Leticia Ramírez adoptó una posición humilde y dijo a las reporteras que, “de faltar diálogo”, se intensificará desde la federación. 

Por si fuera poco, también apareció en el lugar la representante de la delegación D-III-1, Gwendoline Amaro, quien también externó sus quejas contra Homero Meneses, por su intolerancia con el proletariado, todo ello, ante la mirada complaciente de Lorena Cuéllar.

ESCONDIDOS

A colación, la Triste Historia no quería que nadie se enterara de la visita de la secretaria de Educación, particularmente los trabajadores ante las crecientes inconformidades con la administración estatal y el politiquero Meneses.

Por ello, en lugar de recibirla en la USET, optaron por llevarla a Rectoría de la UAT, por lo que, como era de esperarse, ante la llegada de algunos medios, entre ellos Gentetlx, trataron de sacarla de forma apresurada, evidenciando una vez más, la intención de levantar la alfombra para esconder el polvo.