Por Edgardo Cabrera

Ni tardos, aunque sí muy perezosos, resultaron en el gobierno de la Triste Historia luego de que el viernes convocaron a un acto meramente simulador en conmemoración al 25 de noviembre por el “Día Internacional para Eliminar la Violencia contra las Mujeres”.

Ahí estuvieron la gobernadora Cuéllar y las presidentas del Poder Judicial y del Legislativo, también la procuradora de Justicia y la titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, fue uno más de esos encuentros plagado de auto elogios y compromisos de dientes para afuera.

Según, el viernes marcó el arranque de 16 días de activismo que, para el caso de todas, se vio interrumpido por el sábado y domingo ya que no trabajan, y en algunos casos (la mayoría), fue más importante el partido de fútbol México vs Argentina, y la marcha de López Obrador.

En los hechos, el gobierno de mujeres no se ha traducido en más y mejores beneficios para el género, o que se hayan erradicados viejas prácticas, por el contrario, su estancia ha sido peor para ellas y a los hechos nos remitimos.

HECHOS

El de la Nueva Historia, triste, es el único gobierno que ha reprimido una marcha feminista, el 8 de marzo pasado marcó la mayor agresión que ha sufrido este movimiento en la entidad cuando mandaron a amurallar y emplayar edificios públicos para que no fueran maltratados, pero también al enviar varones granaderos a golpearlas. De aquello, Derechos Humanos no emitió ninguna recomendación contra la gobernadora o su policía.

Pese a la promesa de no volver a hacerlo, el 21 de octubre pasado lo volvieron hacer, de nueva cuenta otra agresión a mujeres, en este caso normalistas de Panotla a quien el secretario Homero Meneses les negó acuerdos por ello salieron a las calles a protestar y el saldo fue una estudiante muerta. Ahora, este fin de semana, presumieron mediante un boletín una conferencia sobre eliminación de violencia contra las mujeres dada a funcionarios educativos donde las fotografías evidencian el rictus del secretario: una imagen dice más que mil palabras. 

En la larga lista de simulaciones está invitar a la activista mexiquense Irinea Buendía para “dialogar” con la gobernadora Cuéllar, en un intento por lavarse la cara tras la represión del 8M, luego de utilizarla para la foto, la Triste Historia la desechó y siquiera la acompañaron a la audiencia que semanas después se realizó en un juzgado del Edomex donde clama por justicia tras el asesinato de su hija hace 12 años.

A la lista de hechos, agregamos la flagrante agresión, así documentada en una transmisión en vivo realizada por la víctima, en contra de la ex titular del Centro de Justicia para Mujeres, Yeny Charrez a quien despidieron con lujo de violencia porque tuvo el “pecado” de denunciar corrupción, pero también, el uso faccioso de ese lugar, en vez de implementar políticas a favor de ellas.

Y los hechos siguen, cómo explicar que el Estado pactara con tratantes para liberar a dos niños secuestrados, los delincuentes siguen gozando de impunidad; y ahí no acaba el asunto, mientras en otras entidades tienen más de dos Centros de Justicia para ellas, en Tlaxcala solamente hay uno y sin acabarlo de construir.

En más hechos que discursos y palabras, hay que agregar que, en el gobierno de mujeres, Tlaxcala suma ocho semanas consecutivas a la cabeza del país en cuanto al mayor número de embarazadas que pierden la vida, de acuerdo con el seguimiento del sector Salud federal del indicador: Razón de Muertes Maternas. El tema no les ocupa ni les preocupa a quienes también son madres y gobiernan.