LA ESTRATEGIA…
24 de noviembre - 2022

Por Edgardo Cabrera

A 15 meses de la Triste Historia queda claro que seguimos sin ninguna estrategia de seguridad en el estado, el programa comprendido en el Plan Estatal de Desarrollo se lo han pasado por el arco del triunfo y, en cambio, lo que hay son largos periodos sin titular de la Secretaría de Seguridad.

Lo dicho esta semana por Lorena Cuéllar evidencia el descuido que se tiene en el área; porque eso de asegurar que “ya tomó una decisión” respecto a la persona que sustituirá al efímero Raúl Ruiz, pero cuyo nombre se mantiene en secreto en tanto se le revisa su “estrategia”, preocupa. 

Y es que las “reglas del juego”, por así decirlo, las debe poner la gobernadora, no al revés. La estrategia de seguridad debe ser política pública que tendría que prevalecer sin importar quién ocupe el cargo, sin embargo, aquí es al revés.

HISTORIA

Recordemos al prófugo Alfredo Álvarez Valenzuela, el primero en ocupar el puesto y ahora buscado por la justicia federal. Implementó aquella ocurrencia de capacitar con gas lacrimógeno a policías, con aquel, ¡aguanten, aguanten!, que terminó con desmayos y la exhibición de videos que daban cuenta del abuso a los derechos humanos de los uniformados.  

https://twitter.com/quorum_mx/status/1450609445352865801?s=20&t=ZuoohlOwQsCkQ_ZyDo1LZQ

Luego llegó como interino Maximino, el ex director de la policía municipal capitalina en los tiempos del PRI. Durante su periodo ocurrió aquella represión al movimiento feminista, con él se estrenó la “estrategia” de: los macanazos y el gas lacrimógeno contra las protestas sociales, blindar los eventos circenses, y espiar a la población con el uso de las cámaras de videovigilancia, así como despilfarrar recursos para la compra de dos softwares espías para intervenir llamadas telefónicas.  

En contraste, las ejecuciones, el robo de autopartes, el cobro de derecho de piso por delincuentes y otras tantas cosas más se multiplicaron.  

En su relevo llegó Raúl Ruiz, el general del Ejército Mexicano en retiro, con grandes cartas credenciales. Resultó que en su periodo se negó a recibir a los directores, menos trató con la “tropa”, ante el vacío, personajes como Ballesteros se enquistaron afianzando la represión y el abuso policíaco de los granaderos lo que derivó en la muerte de una normalista rural de Panotla, por el incidente y aunque fue público quién encabezó ese pésimo operativo contra las estudiantes, el militar fue el chivo expiatorio.

Ahora, de nueva cuenta, nos anuncian la llegada de otro secretario y promesas. 

POR CIERTO

Hace un mes trascendió que llegaría el ex vice fiscal de Guerrero, Ramón Celaya, sobre quien se cuestionó su renuncia al cargo luego de no esclarecer el homicidio de 22 personas en Totolalpan, entre, ellos el alcalde, su papá y otros funcionarios del ayuntamiento, lo que terminó por frenar la decisión, ya veremos si “pasada la tormenta” puede llegar en calma, o si cambió la decisión.

En eso de la seguridad y las desafortunadas declaraciones, el que despacha en la Secretaría de Gobierno insiste en asegurar que, aunque llevamos un mes sin titular en Seguridad, no hay de que alarmarse, ¿no?, lo dice quien carga a todos lados con guaruras armados, pero también con la novedad que Tlaxcala ya no es la entidad donde se cometen el menor número de delitos.