Por Edgardo Cabrera

Finalmente fue removida Yolanda González como delegada del CEN del PRI en Tlaxcala, es de las que comandó la derrota electoral del año pasado, junto con Noé Rodríguez, y ambos fueron señalados por pactar desde campaña con Morena, para el caso del último, quedó comprobada su traición tras su renuncia a la dirigencia estatal y su aparición como alto funcionario federal en el Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa. 

La delegada es acusada por los priístas de estar muy cercana a la familia gobernante, por medio de Joaquín, quien limó asperezas con la sobrina y se ha convertido en el diseñador de interiores de Palacio de Gobierno. Empezó por el despacho, luego en el salón de la galería de los gobernadores y el contrato (porque no es gratis) se extendió hasta el patio central donde la nueva pintura de la triste historia es entre un tono rojo PRI y guinda Morena.

Regresando al caso de la delegada, el fin de semana la secretaria general del CEN del PRI, Carolina Viggiano anunció que asumirá las riendas de la Cuarta Circunscripción electoral, donde está Tlaxcala, mientras se designa a un nuevo delegado.

Lo anterior puso nervioso al oficialismo por lo que apresuraron a sus mensajeros a atacar, curioso, porque en su lectura ven muerto al partido que es su cuna política, donde aprendieron y ahora, morenos, perfeccionan las malas prácticas.

Por más que le busquen, los del Revolucionario Institucional no tienen para dónde moverse, si quieren resucitar los únicos que tienen estructura son la diputada Blanca Águila y la ex candidata Anabell Ávalos, lo mismo que Mariano González Aguirre y Beatriz Paredes (aliada de Lorena), ¿cuánta gente?, solamente ellos saben, pero menos que antes derivado de sus pleitos internos, traiciones y soberbia.

Ya veremos si doña Carolina saca a flote la lancha, o termina por hundirla.

SALIDA

En Morena las cosas no pintan mejor, la ambición de los priístas y panistas tránsfugas, así como la rapiña de quienes actúan como buitres ante el botín del gobierno, derivó en el inicio de la desbandada de quienes fueron fundadores del partido en Tlaxcala.

Es el caso de Osbaldo Meza y su agrupación denominada “Meza de Líderes” a la cual boicotearon para no participar en el proceso interno para la renovación de la dirigencia estatal, de aquel proceso mantienen una disputa legal en tribunales por la negativa a registrarlos, pero también, por la compra de votos, y de esto señalaron directamente al diputado federal con licencia, Carlos Augustopor repartir pollos rostizados y pagar transporte para el acarreo.

Como al interior del instituto político que fundaron ven la batalla perdida, pero también porque, cual burla para su esfuerzo, fueron desplazados por priístas, decidieron integrarse a las filas de Movimiento Ciudadano por medio de la delegada nacional Sandra Aguilar.

A colación, la víspera el centelleante dirigente de Morena acusó a los gobiernos del pasado de los índices de criminalidad que ahora se viven en Tlaxcala, en plena era de la Triste Historia, sin embargo a don Carlos Augusto se le olvida que perteneció a esa mafia por décadas y fue miembro destacado al ser beneficiado con puestos y posiciones, por lo que si a alguien hay que reclamarle es a él que de nueva cuenta se beneficia de la mafia que ahora gobierna y de la que huyen quienes son congruentes con sus principios.