Por Edgardo Cabrera

La desesperación del gobierno de la Triste Historia es de tal grado que por medio de sus plumas ladinas y medios oficialistas emprendieron una campaña en contra de la realidad, aunque caigan en lo ridículo al igual que quien les paga.

Resulta que ante la evidencia vino la calumnia, de ahí que el viernes en un hecho sin precedente salieran a manifestarse trabajadores de los sindicatos 7 Mayo y de Salud, los primeros en demanda de su toma de nota, y los segundos ante la falta de insumos materiales, medicamentos, mantenimiento, calidad en los alimentos y un largo etcétera.

Contra los burócratas del 7 Mayo el gobierno de Lorena Cuéllar emprendió una clara y descarada intromisión en su proceso de renovación de la dirigencia, dirán misa, pero es evidente la sumisión del Tribunal de Conciliación y Arbitraje para no reconocer la voluntad de la mayoría de la base trabajadora, actuaron según les ordenaron y alargaron la respuesta para darle tiempo a los compadres de la gobernadora para reagruparse.

La Triste Historia busca por todos los medios remover a Enrique Escobar por el mero hecho de no compartir filias y así cumplir el enfermizo objetivo de controlar a los trabajadores al servicio del estado para utilizarlos con fines electorales en 2024. A estas alturas con dirigencia o sin dirigencia los trabajadores lastimados operarán en contra, ya lo verán.

Y, a todo esto, dónde está el secretario de Gobierno, personaje ausente en la solución de todos los conflictos empezando por los sindicales y terminando por los municipales.

MALA SALUD

En cuanto a las inconformidades de la base trabajadora de Salud es claro que ni con sus porristas oficialistas atinan a explicar por qué con todo y el IMSS Bienestar sigue el desabasto de medicamentos, los alimentos son servidos en condiciones deplorables y se defiende a capa y espada a empresas proveedoras contratadas bajo serias sospechas de tratos ventajosos y contratos leoninos.

Pero no solo se trata de los alimentos, los insumos o los medicamentos, sino que la pésima administración en la Secretaría de Salud derivó que Tlaxcala, y con cifras oficiales de la Federación, se encuentra como la entidad con la mayor incidencia de muertes maternas ante eso qué dirán en la Triste Historia, también la achacarán el problema a Blanca Águila.

Y mientras el gobierno de Cuéllar mantiene una aguerrida campaña sucia en contra de las dirigencias sindicales legítimamente designadas, muestra una enorme ineptitud para atender la escalada de los precios, por ejemplo.

De nueva cuenta y de manera consecutiva el INEGI reveló que Tlaxcala tiene un crecimiento la inflación, es decir, en el alza de los productos de la canasta básica de esto Cuéllar y su gobierno no solo callan, sino que los funcionarios encargados de la economía y el empleo no han sabido y no han propuesto ningún plan alternativo para aliviar la economía de las familias tlaxcaltecas.

Sigan así y los que saldrán a las calles ya no sólo serán los sindicatos, sino también la sociedad civil organizada que está harta.