19 de septiembre - 2022
Por Edgardo Cabrera
Lo ocurrido en Mazatecochco en pleno desfile del 16 de septiembre cuando vecinos lanzaron huevos y globos de agua a la presidenta municipal neo morenista Leandra Xicoténcatl, evidencia de nueva cuenta la falta de trabajo en la Secretaría de Gobierno que encabeza Sergio González.
La humillación a la autoridad, ampliamente difundida en la prensa nacional, no fue un acto espontáneo ni aislado, como argumentan desde la Triste Historia, es el resultado de la ingobernabilidad que se vive tras un año de falta de resultados del segundo al mando del poder ejecutivo a quien desde el día uno le estallaron los problemas sociales y los conflictos.
Mazatecochco fue un municipio que enfrentó una disputa postelectoral, el PRI le arrebató en la mesa al PRD la alcaldía, pese a ser aliados y tener un pacto de no impugnarse los resultados, el tricolor faltó a su palabra y mediante una argucia legal anularon una casilla revirtiendo el triunfo.
Un año después a los del Revolucionario Institucional les alcanzó el karma, la presidenta Leandra les dio la espalda y se sumó a Morena, incluso quien entonces cobraba como dirigente de este partido, la presumió como una de sus “nuevas adquisiciones”, junto con el de Zacualpan que ganó por MC.
En su función como alcaldesa, la de Mazatecochco fue denunciada ante el Tribunal Electoral de Tlaxcala por retener las participaciones económicas mensuales a presidentes de comunidad; fue el único ente que incumplió con la presentación de su cuenta pública del segundo trimestre de este año y, por si no fuera mucho lo anterior, el Congreso le reprobó la cuenta pública de sus primeros cuatro meses de gobierno al detectarle observaciones por más de 17 millones de pesos.
Todo lo anterior fue el caldo de cultivo para la humillación pública del 16 de septiembre, algo que no vieron venir ni en la Segob, menos en la desastrosa administración municipal.
El bochornoso espectáculo opacó los festejos patrios de Lorena Cuéllar, ignorados en el plano nacional ante el escándalo de los globos de agua, huevazos y la harina contra la alcaldesa… ¡gracias Sergio!, de nuevo lo lograste.
ABIERTA INTROMISIÓN
La mano de Lorena Cuéllar en el Congreso es evidente, la descarada intromisión quedó manifiesta recientemente con la remoción de Rubén Terán de la coordinación parlamentaria de Morena, aunque, desde el día uno ese poder se convirtió en ventanilla de trámites cuando en la toma de protesta les ordenó -en su casa- designar a una mujer como procuradora General de Justicia.
En su más reciente movimiento, la semana pasada durante una cena entre “la número uno” y los legisladores amigos, se llevó a la mesa la remoción de directores de área del poder legislativo al estar directamente vinculados con Terán.
Algo que tendría que ser competencia de los propios legisladores al ser sometido a la consideración de quien encabeza otro poder muestra la sumisión denunciada también la semana pasada desde tribuna por el coordinador parlamentario del PRD, Juan Manuel Cambrón, algo que no les gustó a los morenistas por el simple hecho de que la verdad, duele.