Por Edgardo Cabrera

Los pleitos internos, las deslealtades, la ambición personal y de grupo, pero sobre todo la desmemoria tiene sometidos a los que se supondrían como principales partidos opositores. 

PAN y PRI son una vergüenza para sus militantes, ya que, en lugar de estar ocupados en comportarse como institutos contrarios a Morena, en los hechos sus dirigencias y representantes actúan como aliados.

En Acción Nacional andan en franco pleito por la disputa de la renovación del Consejo Estatal, quieren agandallar como sea los espacios, por ello iniciaron con la expulsión selectiva de militantes por el simple hecho de estar identificados con liderazgos que no son afines a la actual dirigencia estatal, hablando en plata, aquellos ligados a Adriana Dávila, José Gilberto Temoltzin, Minerva Hernández o Carlos Carreón.

Pero en contraste, personajes que fueron candidatos por otros partidos en la elección del 2021, como en Santa Cruz Tlaxcala, Javier Ortega que compitió con el PAC contra la candidata del PAN, Leticia Hernández, y quien no es tocado ni con el pétalo de una rosa azul, por el contrario, ya está apalabrado para ser consejero.

Algo similar ocurre con Damián Mendoza quien le levantó públicamente la mano al ex candidato petista por Chiautempan, Eloy Berruecos; o José Félix Solís, que en ese mismo municipio salió en la pasada elección acompañando al entonces candidato de Morena en una conferencia de prensa, no solo eso, fue representante propietario de Morena ante el Consejo Municipal Electoral.

La lista sigue, a Nantzi Cuahutencos Amieva la expulsan por formar parte de la plantilla del candidato a la alcaldía de Tlaxcala por el PAC, Serafín Ortiz Ortiz, pero, Elvira Salado Meza, esposa del exalcalde panista Adolfo Escobar es inamovible, aun cuando participó en la misma planilla del PAC.

Mientras se despedazan en el interior por imponer el totalitarismo y la hegemonía que denuncia el PAN nacional respecto al gobierno federal, la dirigencia estatal sigue muda por el ocultamiento de los casos de trata que recientemente denunciaron activistas, o por el golpe bajo al Centro de Justicia de Mujeres, la inseguridad, la desfachatez en la procuración de justicia, la inflación, los contratos ventajosos, el nepotismo, el desastre educativo y un largo etcétera, por ello perderán en 2024, ya lo verán. 

YA PARA QUÉ

En el tricolor alistan la expulsión de los diputados PRImores Fabricio Mena y Diana Torrejón, el procedimiento llega a destiempo, el par ya propinó un golpe a su partido con la remoción de Blanca Águila de la coordinación parlamentaria.

Como en el PAN, son alrevesados, en lugar de resolver primero el nombramiento de su dirigencia estatal que es un chiste, ahora intentan corregir lo que fue su culpa por falta de autoridad.

Días atrás trascendió la llegada de Anabell Ávalos a la dirigencia, de inmediato grupos menistas y marianistas se alzaron de pestañas para comenzar con el golpeo interno, ya hay quienes empezaron a correr la voz de que no la dejarán pasar “de su cuenta corre…”, dijeron. Es como en el plano nacional donde “Alito” no se quiere ir a pesar de los continuos escándalos donde está involucrado y que han llevado a aniquilar la imagen del tricolor. 

Con el desastre panista y priísta, de nuevo queda claro que los únicos que tienen la voz cantante de actuar como opositores son los del PRD y la líder sindical de Salud, Blanca Águila, el resto sigue atento en incendiar infiernitos y otros en apagarlos.