Por Edgardo Cabrera

Si por algo se caracteriza la Triste Historia y su comandante en jefa es en no horrar su palabra ni cumplir acuerdos, a la primera oportunidad traiciona las lealtades, pactos y apoyos electorales.

Es el caso del PT y su coordinador parlamentario, Miguel Ángel Covarrubias, quien el martes recibió un revés por parte de la Triste Historia, NO fueron los diputados morenistas ni sus aliados, fue la que despacha en Palacio quien ordenó no respetar lo que establece la norma interna y buscar los resquicios legales para despojar a la segunda fuerza política de la presidencia de la Junta de Coordinación y Concertación Política en el segundo año legislativo.

Lo anticipamos y se cumplió, desde la semana pasada fue planchada la imposición de Morena en el puesto por segundo año consecutivo, pero dado que a Rubén Terán ya “se le pagó” y cómo no se quejó, la bola fue cantada a favor de Marcela González, aunque aún soñaban personajes como Caballero Yonca en llegar al puesto.

El oriundo de Texoloc es de los pocos que le ganaron a Morena en las urnas en la elección de 2021 y, quizá, uno de los personajes más odiados por Lorena, basta recordar aquel discurso visceral acusando a Covarrubias de mantener a una familia en el poder municipal, aunque es lo mismo que ocurre en el caso de los Cisneros, Cuéllar y Sánchez Anaya. 

Quienes también sufrieron la embestida el martes son los Garay, aliados del pasado, enemigos del presente, a quienes la Triste Historia no les dio ninguna posición en su gobierno a pesar de los miles de votos que le llevaron a su causa, muchos más que la pobre aportación del Panal, Encuentro Social o Verde.

Por cierto, Covarrubias solo tuvo el respaldo de dos de sus tres compañeras de bancada, Gabriela Brito y Leticia Martínez, mientras que Lorena Ruiz le dio la espalda. También se sumaron la morenista Guillermina Loaiza, el perredista Juan Manuel Cambrón, el panista José Gilberto Temoltzin, y la primorenista Diana Torrejón, lo que también evidenció una nueva correlación de fuerzas.

OTRO EJEMPLO

La desmemoria como reacción a los conflictos que ellos mismos generan es ya patológico, esta mañana el gobierno de Cuéllar emitió un desplegado plagado de incongruencias que evidencian lo ineficientes y brutos que resultaron en sus funciones.

A un año de administración y con tres titulares al frente de Pensiones Civiles de Tlaxcala, salieron con el pretexto de que el incumplimiento en el pago de prestaciones, desabasto de medicamentos, cancelación de convenios con hospitales y farmacias, hasta el no cumplir con el incremento salarial es culpa del anterior gobierno, ¿dónde están las denuncias contra Marco Mena?

Pasaron 12 meses para llegar a esa sesuda conclusión, bien sabían dónde estaban parados y no hicieron nada para solucionarlo, eso sí, les bastaron solo dos días de administración para entregar contratos millonarios a empresas de dudosa procedencia, o medio año para instalar un antro encima de un museo.

La realidad es que con ese panfleto trataron de desvirtuar las protestas de este miércoles de 7 de Mayo, “dadivosos”, hasta dijeron que: “este gobierno estatal ha decidido otorgar… un incremento directo al salario y a las prestaciones accesorias, retroactivo al primero de enero del año 2022”, algo que no es una graciosa concesión sino su obligación, de la que fueron omisos durante 8 meses.