Por Edgardo Cabrera

Ya no es novedad, y es que, ante la falta de resultados y obras, lo que le resta a la Triste Historia es el reciclaje de sus propios actos.

Algo hay que presumirle al presidente López Obrador, y eso es el Hospital General de Tlaxcala, construido por una administración estatal priísta, palomeado y presupuestado con recursos de otro priísta, el entonces presidente Peña Nieto y, por si faltara algo más, concluido a medias por el actual gobierno morenista luego de un año en funciones.

Ya fue inaugurado, aun así, de nuevo lo van a inaugurar, porque simplemente no hay nada más que inaugurar en Tlaxcala, todo está a medias o es mera simulación como la pintura en clínicas presumidas como nuevas de la red “IMSS-Bienestar”, o aquella oficina de atención en Nueva York de la que ya daremos cuenta en qué condiciones opera.

Tampoco pueden presumir el hotel del que exhibimos un nuevo contrato leonino, de esos entregados a empresas sin historial y en condiciones tan ventajosas como exentarlo del pago de renta, aunque el monto mensual del arrendamiento es una ganga.

Aunque no está marcada en la agenda del presidente de la República su presencia en la entidad, la mandataria ya lo anunció, como también anunció que de nuevo van a inaugurar ese nosocomio que en su primer corte de listón carecía de permisos sanitarios y por tanto no pudo ofrecer sus servicios.

Ahora, aseguran que ya funciona, aunque como mera clínica rural ya que simplemente atienden consultas, porque siguen sin cumplir todos los requerimientos para operar como hospital, como en Sonora, donde hay otro hospital parecido al de Tlaxcala, también inaugurado por AMLO y que, tras un año de su tinglado de inauguración, no tiene pacientes ni personal.

HABLANDO DE…

En eso de los refritos y de la afición por colocar “primeras piedras”, tal como lo hacían los priístas, este martes inició la construcción de un Cuartel de la Guardia Nacional en Calpulalpan, algo, por cierto, que es de competencia federal, pero la Triste Historia urgida de colgarse de algo, lo asumió como logro propio.

Y llama la atención que mientras trata de quedar bien con esa policía militarizada, no voltea a ver la penosa situación en la que se encuentran las instalaciones de la policía estatal y sus delegaciones en los municipios, de nuevo, candil de la calle… oscuridad de su casa.

Lo que resulta aún más incongruente, es que la presencia de la Guardia Nacional en Tlaxcala es un espejismo, es raro verlos en las carreteras o deteniendo delincuentes, coadyuvan con los elementos estatales y municipales, pero llegan al final de los eventos cuando ya hicieron la labor, o de plano no llegan, pero eso sí, tendrán nuevo cuartel.

A REVISIÓN

De nuevo saldrán a flote las pugnas por la Universidad Metropolitana de Tlaxcala, luego de que el lunes se conociera que fue beneficiada cuatro nuevos Reconocimientos de Validez Oficial para ampliar su oferta académica.

El asunto es que existe un litigio entre los socios por la propiedad de la institución, de ahí que resulta cuestionable cómo a pesar de la controversia legal la SEP autorizó los REVOES, máxime cuando suenan cambios en el cuerpo directivo derivado de resoluciones judiciales.