29 de junio - 2022
El padre de su hija sustrajo a la menor un 25 de diciembre
Por Selene Sosa
La violencia vicaria no tiene fecha ni horario, pero la atención a las víctimas sí, tal es el ejemplo de Claudia N., a quien su ex pareja le arrebató a su hija el 25 de diciembre de 2020 y cuando intentó poner la denuncia, personal de guardia de la Fiscalía de Puebla le dijeron, ‘Primero arregle sus problemas maritales antes de venir a hacer una denuncia falsa’.
A Claudia N., de 36 años de edad, el papá de su hija se la arrebató de los brazos el 25 de diciembre de 2017, cuando en un día de convivencia, el progenitor pretextó que la llevaría a una miscelánea por dulces.
Dejó el auto encendido y se la llevó, violando los derechos de la niña de convivir físicamente con su madre y, desde luego, los derechos de la propia madre quien desesperada buscó a su hija con familiares del progenitor y con autoridades, las cuales le dieron la espalda justificando que como es el padre, tiene derecho.
Los lamentables hechos ocurrieron en Puebla, por lo que, cuando buscó la ayuda en Tlaxcala, las autoridades justificaron su no actuación al decir que era al estado vecino al que le correspondía llevar el caso.
UNA SERIE DE ENGAÑOS
Claudia N., comenzó la relación sentimental con el padre de la menor que nació el 25 de enero de 2017, no obstante, a los pocos meses descubrió que éste le era infiel con la esposa de una de sus amistades con quien, de hecho, actualmente sostiene una relación.
Tras la ruptura, Claudia N. y su ex pareja acordaron que él conviviría con la pequeña los viernes, sábados y domingos en lugares abiertos, bajo la vigilancia de la madre, además, éste se haría cargo de los gastos de guardería.
No obstante, tiempo después, Claudia N. que es chef, recibió una oferta de trabajo en Tulúm, por lo que dio aviso al juzgado, sobre su cambio de residencia, empero, tiempo después sabría que el abogado que había contratado para llevar su caso la estafaría.
Este abogado, aseguró haber interpuesto la demanda para tener la custodia completa de la menor, sin embargo, ‘sólo había metido el escrito’, es decir, la sentencia aún no se resolvía por lo que, en 2019, Claudia N. recibió una notificación de pérdida de guarda y custodia por lo que regresó a Tlaxcala.
En 2020, por pandemia, Claudia N., recibe una propuesta de negocio por lo que se va a vivir a Nayarit, para entonces, la convivencia de la menor con su padre era vía telefónica, pero éste eligió cortar dicha interacción en julio.
Para diciembre de ese año, Claudia N., y su actual pareja deciden pasar las fiestas decembrinas en Tlaxcala y Puebla, ya que su pareja tiene familia en dicho estado, es cuando el padre de la niña le pide verla en un parque, en Puebla y comete la sustracción.
El padre de la menor le pretexta que la va a llevar a la tienda por un dulce, sin embargo, ‘mi hija no era de dulces… cuando me dijo esto de -la voy a llevar a la tienda-, ya la tenía cargada y había corrido a la calle, dejó el carro prendido, se arrancó y se fue’, narró Claudia N. con la voz entrecortada para Gentetlx.
Cabe señalar que, la resolución de la custodia, trascendía, saldría a favor de Claudia N., no obstante, las vacaciones decembrinas pusieron en la congeladora el proceso.
AUTORIDADES INDOLENTES E INSENSIBLES
Cuando Claudia N. acudió a la Fiscalía de Puebla a denunciar la sustracción de su hija, el personal de guardia no aceptó su denuncia, ‘No me la quisieron aceptar, en primera era 25 de diciembre, no había personal, la ministerio público de guardia no me quería aceptar mi denuncia porque me dice- es que es el papá… arregle sus problemas maritales antes de venir a hacer una denuncia falsa-‘.
Luego de ello, el padre abrió nuevamente el expediente que iba a salir a favor de la madre para la custodia de la menor y declaró que ella voluntariamente le entregó a la niña el 24 de diciembre, ‘porque me iba a casar y mi hija me estorbaba’ dijo.
Para la atención del caso, Claudia N. contrató a una nueva abogada aquí en Tlaxcala, la cual, también la estafó puesto que en ningún momento presentó las pruebas de que la menor estaba sana y tenía acceso a educación, ya que el padre, había asegurado lo contrario.
Además, ‘Noté que las abogadas del progenitor le entregaban un billete a la señorita de oficialía de partes del juzgado Cuauhtemoc, le comento esto a mi abogada y me doy cuenta de que ya estaba vendida’, lamentó la víctima.
Entonces, se acuerda que Claudia N., realizará videollamadas con su hija tres días a la semana con una duración mínima de cinco minutos y máxima de diez, sin embargo, el padre nunca aceptaba la videollamadas e incluso, acusó a la madre de no hacerlas.
Además, el progenitor también denunció que la niña había sido abusada sexualmente, supuestamente, por lo que la madre solicitó un estudio psicológico para los tres, para demostrar la falsedad del testimonio de su ex pareja.
Así, el 15 de julio de 2021 llegan al DIF para que se les practique dicho análisis, ahí, finalmente, Claudia N., vuelve a ver a su hija y vuelve a abrazarla, ante ello, la reacción del padre fue explosiva y recriminó que se les haya citado a los tres al mismo tiempo, por lo que, tras hacer un escándalo, abandonó las inmediaciones sin que se le practicara el estudio.
Luego de ello, se agenda una audiencia para febrero, sin embargo, el padre de la niña llegó sin ella, por lo que la abogada de Claudia N. le recomendó no entrar a la sala, así que acató dicha recomendación y solicitó una nueva fecha de audiencia, la cual se dictó hasta junio.
En dicha audiencia, la nueva jueza expone al padre sobre las violencias ejercidas hacia su hija, como inculcarle que su pareja actual era su madre y, desde luego, negarle la convivencia con su madre.
UN LARGO JUICIO
Entonces, tras 548 días separadas, la jueza dicta que Claudia N. tendría convivencia de un sábado cada quince días con la menor, asimismo, tendría que pagar la mitad de la colegiatura y entregar una despensa superior a los mil pesos de manera mensual.
Actualmente, Claudia N. está a la espera de la resolución de la sentencia para tener a su hija, de ahora seis años de edad, bajo su custodia y que pueda recibir ayuda psicológica ya que, dijo, la percibe manipulada y con miedo.
Incluso, lamentó que la pareja del progenitor de su hija, según lo confiado por la misma niña, le motivó a decir que había sido tocada indebidamente, por lo que de nueva cuenta se mandaron a hacer estudios psicológicos y se espera el resultado de los mismos para la definición de la custodia.