Por José Luis Ahuactzin

El gobierno lorenista mostró que no tiene ni pies ni cabeza, una renuncia más al gabinete LEGAL a 9 meses del primer año de gobierno dejó un descalabro a los cuatroteistas de Morena.

Sin bien la mandataria que no es improvisada en la administración pública, deja ver que si lo es en el aparato gubernamental al mantener fracaso tras fracaso con sus súper funcionarios, incluso los foráneos.

El primer funcionario que dejó el barco morenista fue el ex mando de la Secretaría de Seguridad Ciudadana Alfredo Álvarez Valenzuela, quien es perseguido por la justicia federal ya que se tuvo que fugar ante una orden de aprehensión.

Después cayó otra neomorenista -por conveniencia- al ver que su dirigente del Encuentro Social José Luis Garrido andaba en su viaje personal e hizo a un lado a su base militante y se convirtió en cercana a la ahora gobernadora; Luz Vera Díaz dejó la dirección general del Conalep al no cumplir requisitos que establece el decreto, uno de ellos es tener profesión y ella carecía del grado académico.

A la larga lista de despidos se suma el del ITJ, Edgar Bermúdez, acusado por probable delito sexual; ahora fue contratado en el ayuntamiento de Yauhquemehcan por la misma alcaldesa Anita Chamorro.

Quien también dejó las filas del gobierno estatal fue la directora general del DIF estatal Laura García; en el ITEA también ocurrió el cese y quien llegó a poner orden fue Michelle Brito.

A la par de las renuncias, también ocurrieron dos veces en la dirección del transporte de la Secretaría de Movilidad y Transporte, comenzando con el transportista Rubén Domínguez Medel y luego con otro transportista Benito Galaviz; y para cerrar con broche de oro en los despidos se fue la titular Luz María Vázquez Ávila.

Si en los liderazgos con fracaso se suma el del dirigente estatal de Morena Víctor García quien sólo se la pasa de escándalo y confrontándose con el dirigente del PRD Julio César Pérez.

Si bien, el morenista de la línea de los Bejarano -señor de las ligas- tampoco sabe dónde está parado como LÍDER del partido político, mucho menos sabrá cómo defender al gobierno emanado de Morena; flaco favor le hace a la mandataria qué, ante los yerros cometidos en el gobierno, éste prefiere guardar silencio.

Pero si estimo curre en Morena, pareciera que de los 11 partidos políticos nacionales y locales, sólo es el PRD donde no hay complacencia ni silencio, sino crítica y oposición.

¿Para qué existe tanto partido político? Solo para cuando hay campañas y la disputa por las candidaturas y el manejo financiero de las prerrogativas.

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