Por Edgardo Cabrera

En el PRI se dieron cuenta ¡apenas!, que perdieron todas las gubernaturas entre 2021 y 2022, solamente lograron una victoria en Durango. En 2021 Morena arrasó, arrebató 11, entre ellas Tlaxcala, y el pasado 5 de junio el partido oficial se embolsó otras 4.

Con ese antecedente siete ex dirigentes nacionales convocaron al líder de su partido, Alejandro Moreno para “analizar” la situación del tricolor y hacer una “evaluación”, y llama la atención que entre los convocantes apareciera la paisana Beatriz Paredes quien, además, la víspera signó con senadores una carta donde alertaron de la situación “especialmente delicada” que viven.

Y es que bueno, quien no conozca el actuar de la ex gobernadora en Tlaxcala se traga su narrativa de la supuesta “preocupación”, porque hace un año contribuyó a excavar profundamente la fosa para enterrar al Revolucionario Institucional y entregar la plaza, vía Marco Mena, a Morena, por medio de su ex correligionaria Lorena Cuéllar.

Los hechos son evidentes, los hemos comentado. ¿Quiénes ocupan posiciones de privilegio en el gobierno morenista?, personajes estrechamente ligados a ella como Elia Sánchez, Humberto Macías, Eréndira Cova y su sobrino Enrique Padilla.

Es más, el lunes la alianza se refrendó cuando la senadora “indignada” por la crisis de su partido, acudió al llamado para homenajear al ex gobernador Emilio Sánchez Piedras, acto encabezado por la gobernadora Cuéllar. Recordemos que cuando otros gobiernos antagónicos al PRI hacían dicho evento, los tricolores lo desairaban y hacían por su lado el homenaje.

No solo eso, también ayer el ex presidente estatal del PRI, José Luis Ramírez giró una misiva al Comité Nacional demandando el nombramiento de la nueva dirigencia estatal, además de denunciar exclusión, y aunque habló de convenencieros, sinvergüenzas y traidores que le dieron la espalda a su partido para irse “con ya saben quién”, no dio nombres, lo que evidencia, una vez más, actitudes timoratas que no los llevan a nada, por eso están cómo están. 

MORENA CAMBIO

En el partido oficial las cosas no son mejores, el domingo el dirigente nacional, Mario Delgado anunció la renovación de todas las dirigencias estatales, y vaya que en Tlaxcala les urge porque el impuesto, Víctor García, en su muy corta estancia, excluyó a los morenistas para abrirle de par en par el partido a quienes fueron sus adversarios en la pasada elección y un montón de oportunistas, incluso personajes evidenciados por corruptos, al darles carteras con chequeras.

Lo más “destacado”, es la supuesta adhesión de presidentes municipales con la promesa de darles recursos para obras, lo que por cierto constituirá el uso faccioso de los fondos públicos, además de un acto de corrupción por ofrecer a título de gobierno programas que son gubernamentales.

Aunque lo presumió, varios, entre ellos los que pertenecen a Redes Sociales Progresistas ya recularon porque vieron que todo era un timo, así lo reveló incluso el ex candidato a la gubernatura Juan Carlos Sánchez.

Para no quedar mal, ahora resulta que sumará a dos perredistas, el quemado de Xicohtzinco quien ya carga en su espalda con un muerto por aquella torpe asamblea pública que se convirtió en un acto de provocación con el grupo inconforme; y el de Tlaxco, otro que trae señalamientos de su cabildo por supuestas transas por un monto de 1.2 mdp proveniente del Impuesto Sobre la Renta; sin olvidar la “suma” de una ex candidata independiente, ex funcionaria de Rosario Robles.