13 de junio - 2022

La principal corcholata presidencial pasó de las sonrisas abiertas, francas y sinceras, a las muecas al ver en el escenario a Lalo España
“Hace un año en Tlaxcala terminó el cacicazgo”, dijo Mario Delgado ignorando el pasado político de su correligionaria
Por Edgardo Cabrera
El cambio llegó a Tlaxcala, y sí, pasamos de las tortas de jamón (como las del Chavo del Ocho) y los frutsis o las chaparritas, a las aguas frescas y la orden de chalupas. Las primeras eran cortesía del PRI gobierno, las segundas, de Morena en el poder comandado por una ex priísta que el sábado 11 de junio celebró su primer aniversario de ganar la elección.
Fue un mediodía de claroscuros en el recinto ferial de Chiautempan, los cálculos oficiales reportaron una asistencia de 20 mil personas, en su mayoría empleados de gobierno obligados a sacrificar su día de descanso para echarle porras a Lorena Cuéllar y a dos de las corcholatas presidenciales de López Obrador: la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y el secretario de Gobernación, Adán Augusto López; también estuvo el dirigente nacional del partido oficial, Mario Delgado.

Tras horas de espera, miles de gargantas se desgañitaron al entrar la comitiva partiendo plaza: “¡es un honor estar con Obrador, es un honor…!”, minutos antes varios de ellos mentaban madres por ser citados desde antes de las 11 de la mañana para pasar lista:
“Nos obligaron porque si no, nos descuentan la quincena y todo por unas pinches chalupas y un vaso de agua, mire, hasta boletitos nos dieron los hijos de la chingada, en lugar de repartir cubrebocas para evitar el contagiadero (de Covid19)”, dice Lupita, una empleada de la Secretaría de Salud de Tlaxcala con la que platicamos previo a su ingreso al recinto y quien vive en la incertidumbre de su estabilidad laboral por la llegada del IMSS-Bienestar.

“Voté por un imbécil…”
Pero la molestia se contagia, la principal corcholata del presidente Andrés Manuel López Obrador pasó de las sonrisas abiertas, francas y sinceras, a las muecas forzadas al ver en el escenario al comediante Eduardo Ramírez Velázquez, conocido como Lalo España, el mismo que hace un año mediante un video subido en redes no pudo contra su incontinencia verbal: “voté por un imbécil… estoy arrepentidísimo”, además llamó al mandatario “inepto, imbécil y corrupto”. https://bit.ly/3mGZRCv
El error logístico y de organización, atribuido al área de comunicación social que dirige Angélica Domínguez trató de ser pasado por alto por Lorena Cuéllar, sus verdaderas preocupaciones eran otras…
Entre jaloneos y pasitos apresurados condujo a la corcholata capitalina al escenario del “primer año de la transformación en Tlaxcala”: “vente, vente, sino se nos va la gente y me preocupa”, dijo a la jefa de gobierno, apresurando también el andar de un longevo Adán Augusto que parece rejuvenecer, seguramente por las vitaminas que le dan los analistas políticos que lo consideran el “tapado” por la candidatura.
La chaparrita
“Así como la ven…” soltó el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, ante una sonrisita nerviosa de la homenajeada, quizá anticipando el sarcasmo… “yo la vacilaba cuando éramos diputados (federales), la chaparrita, le decíamos, pero esta chaparrita es puro corazón, pura emoción, puro compromiso con Tlaxcala y con su gente”, terminó la frase el timón morenista que lleva récord en ganar gubernaturas, aunque sea con priístas, panistas o perredistas convexos, y con el respaldo de ejecutivos estatales de oposición que entregan las plazas por el temor a que les revisen con lupa sus cuentas.
Esa “chaparrita puro corazón”, que presumió Delgado, dejó de lado la sororidad para contratar a quien interpreta a doña Margara Francisca, uno de los principales personajes del comediante que ridiculiza a la mujer al degradarla como lépera y vulgar.

Dirigente malinformado o descontextualizado
Pero más allá de esas “nimiedades” (catalogadas así por los corifeos del gobierno estatal), el líder nacional del partido en el poder siguió en lo suyo, en su papel de principal orador lanzó una despistada arenga:
“Hace un año en Tlaxcala terminó el cacicazgo y comenzó la transformación”, pasando por alto que la gobernadora Cuéllar, ex priísta, ex perredista, ex petista, ex diputada federal por el partido Encuentro Social y ahora morenista es nieta de dos ex gobernadores provenientes de la oligarquía posrevolucionaria de este estado: Joaquín Cisneros Molina (1957-1963) y del interino Crisanto Cuéllar Abaroa (1970); no solo eso, las dos hijas de la mandataria fueron incrustadas en cargos honoríficos en el DIF estatal y en la Secretaría del Bienestar, y son quienes realmente ejercen el poder en las dependencias, mientras que el yerno goza de una notaría otorgada por su antecesor, el priísta Marco Mena, con quien Cuéllar goza de una relación familiar.

Pasados los discursos, y los tragos amargos del momento, vino el bailongo con el “pueblo” reunido en el recinto ferial de Chiautempan, ahora sí, la hora del canje de los vales por una orden de chalupas y un vaso de agua fresca.
Mientras que la comitiva fifí partió, como en los tiempos de la mafia del poder, en helicópteros y camionetotas, porque el domingo tendrían otra convivencia mitin, ahora con los vecinos del Estado de México que en Toluca realizaron su denominada “asamblea informativa”, que no fue más que el arranque de su anticipada campaña por la gubernatura de aquella entidad.

