Por Edgardo Cabrera 

Por la puerta de atrás se va Maximino Hernández, su paso por la Secretaría de Seguridad Ciudadana fue con más pena que gloria, tan es así, que durante la presentación en “sociedad” de Raúl Ruiz García como nuevo titular, su antecesor ocupó el papel de florero.

No es para menos, aunque presumen sus cifras alegres de estar en el segundo lugar nacional como entidad segura, en los hechos, los delitos que se cometen en Tlaxcala pasaron de los robos a casas habitación y de autopartes, o de las farderas en centros comerciales y mercados, a situaciones de alto impacto.

La recta final de su gestión será recordada por el asesinato de un elemento de seguridad privada en el centro comercial Gran Patio, las ejecuciones del director de obras públicas de Tlaxco, y del ex diputado Omar Milton, la impune operación de comandos armados que lo mismo se meten a asaltar tiendas de conveniencias que a los domicilios de prominentes políticos.

Hereda, además, torpezas como la represión de marzo al movimiento femenil, cuando se utilizaron granaderos para callar las voces lastimadas por la violencia, pero también, otros tantos casos más de abusos policíacos que ya son investigados (supuestamente) y hasta la ignorancia, recordemos cuando la gobernadora le dijo falsamente al presidente López Obrador que solamente había 300 policías para todo el estado.

A casi medio año acéfala, llega un ex militar a la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Raúl Ruiz García es el segundo secretario y el gobierno de Lorena Cuéllar asegura que se hizo una revisión exhaustiva de su perfil, ese es el pretexto del porqué “tardaron tanto”, y tiene cartas credenciales muy altas.

En los hechos veremos si es cierto el discurso y el currículo, no hay que olvidar ni dejar de lado que el primer secretario, Alfredo Álvarez Valenzuela, también llegó con grandes expectativas, de igual forma se presumió su trayectoria, ¡perooo!, detrás del telón, Lorena Cuéllar le dio la espalda a otros perfiles más competitivos a los que les prometió el puesto, aunque típico en ella, no les cumplió y prefirió el recomendado que terminó como prófugo de la justicia.  

Ante un desencajado rostro de Maximino, en las escasas palabras que le permitieron, el nuevo secretario se comprometió a dar resultados, y eso estará por verse porque a la fecha lo único claro es que el gobierno de Cuéllar carece de una estrategia de seguridad pública, todo es improvisación y actuar por reacción, igualito que ocurre en la mayoría de áreas de su administración.

MOCHADA

Vaya escándalo el que vive la alcaldesa de Mazatecochco, Leandra Xicoténcatl Muñoz, la priísta fue balconeada por un grupo de trabajadores quienes denunciaron que les pidió entre 5, 10 y 25 mil pesos para ingresar a trabajar a su administración.

El asunto es que a unos sí les cumplió, a otros no, y unos más aseguran que después de que los puso en el puesto los removió, entre ellos el ex secretario del ayuntamiento, Sergio Mena.

Al menos media docena son los que admitieron públicamente que le pagaron un dinero a la presidenta para tener un puesto y anticiparon denuncias penales por fraude. Pero el hecho va más allá, veremos si le entrá la Fiscalía Anticorrupción, ya que estamos ante un claro acto de presunto abuso del poder que tendrán que probar los quejosos.