Por Edgardo Cabrera

El berrinche por mantener a quienes no dan resultados sigue cobrando víctimas, y los últimos casos que enlistaré son ejemplo.

El viernes pasado se dio a conocer que fue baleado el domicilio del presidente de Capula, en Natívitas, en el lugar fueron hallados más de 20 cartuchos percutidos, calibre 38 súper. Al parecer el conflicto se deriva de la disputa de una propiedad.

Ante el hecho, el presidente dijo temer por su vida y la de su familia. 

El sábado por la madrugada un funcionario estatal fue víctima de un atraco violento en la capital del estado, ingresaron a su domicilio sujetos y lo amagaron reclamando la entrega de dinero en efectivo.

El hecho fue confirmado pero la identidad se reserva a petición de la víctima para no ponerlo en un riesgo mayor, sin embargo, lo que más llama la atención es el modus operandi.

Los delincuentes parece que ya le agarraron el modo para atracar a políticos, funcionarios o representantes populares, la lista es larga en los últimos años, recordamos los casos del hoy difunto Alberto Amaro, la senadora Minerva Hernández, el ex alcalde de Panotla, Eymard Grande a quien le asesinaron su padre, la ex alcaldesa capitalina, Anabell Ávalos, y la lista sigue.  

Curiosamente ni la PGJE de antes, ni los de la Triste Historia, han podido dar con los responsables, tampoco los encargados de la policía han podido prevenir los incidentes, es evidente que los delincuentes no le temen ni toman en serio a la tan pregonada seguridad estatal.

LOS DE A PIE

Pero no solo son los políticos, la población que vive al día también padece la ola delictiva, es incontrolable, para muestra lo ocurrido el domingo en Tizatlán, en la capital del estado, cuando fue encontrado el cuerpo de un hombre de aproximadamente 40 años de edad, atado de pies y manos, con evidentes signos de violencia.

Las desapariciones y asesinatos de mujeres también están a la orden del día, así como la burla de la autoridad y su falta de sensibilidad, así fue puesto en evidencia el lunes cuando llegaron a la capital pobladores y familiares de Ana Laura López Loaiza, joven huamantleca de 23 años de edad desaparecida desde el pasado 4 de abril.   

A 22 días siguen sin resultados en las investigaciones por parte del Estado y el lunes les negaron hablar con Lorena Cuéllar que tenía un evento en Palacio de Gobierno, operaron rápido en gobernación, pero solamente para llevárselos a la PGJE donde les dieron atole con el dedo y fueron utilizados propagandísticamente para presumir la reunión, incluso aseguraron que salieron “más tranquilos”, algo falso, cuál tranquilidad si su hija sigue desaparecida, eso es insensibilidad.

Para rematar, se cumplen 10 días de la desaparición de otra menor, Melany Isabela Torres Muñoz, una niña de 7 años de Sanctórum, se activó la Alerta Amber Tlaxcala, tampoco en este caso hay resultados.

A cuatro días de que concluya abril la Secretaría de Seguridad Ciudadana sigue sin titular, suman cinco meses con un encargado y evidenciando el tamaño del interés de la actual administración por atender el grave problema que existe.