Por Edgardo Cabrera

La corrupción está desatada en la Triste Historia, los casos se multiplican y no solo se trata de los contratos millonarios, de las grandes obras o proveedurías, tampoco de los funcionarios de primer nivel, sino también los pelagatos que les dieron una pequeña parcela de poder con la que lucran a sus anchas.

En los planteles de educación media superior hay dos ejemplos. Resulta que el director de uno de los bachilleres del estado no tuvo empacho en exigirle a un pequeño negocio dedicado a la fotografía y video “moche” para ofrecer sus servicios para las graduaciones.

Sin reparo, el fulano en cuestión, impuesto como directivo en uno de los planteles del sur del estado y sin mayor experiencia en un cargo de mando, demandó “caerle” con su cooperación “porque así son las cosas ahora”, le habría dicho luego de exponer que jamás lo habían extorsionado en el pasado, sobre todo, porque el suyo no es un negocio que rinda grandes ganancias.

En otro de los planteles, el décimo sexto, y mediante la circular “002”, fechada el pasado 22 de febrero, la directora ordenó al personal docente remitirse sólo a una empresa para la compra de la bibliografía “obligatoria” para todas las materias, misma que, será exigida a los alumnos, se lee en el documento, que remata que lo anterior es por “indicación de la dirección general”.

Para poner en contexto, la coordinadora académica es poblana, y el director del subsistema se ha convertido en un títere más de esa legión de voraces empresarios que llegaron de la mano del lorenismo y que traen la consigna de recuperar con intereses lo invertido en campaña, lo mismo con un corriente bar de azotea, materiales y servicios en todas las dependencias e instituciones públicas, que en millonarias obras.

TAMBIÉN EN SALUD

Cual pandemia, la corrupción se propaga en todas las dependencias, en el sector Salud el sucio negocio arrancó desde el momento en que comenzó la compra de medicamentos, oxígeno, pruebas Covid, en fin, todo lo que represente mover dinero rápidamente de forma opaca y con simulados procesos de licitación, o de plano, adjudicaciones directas.

El enorme pastel que representa la Secretaría se tambalea, se supone que este mes deberá entregarse a la federación la dependencia, como parte del compromiso firmado públicamente entre el presidente López Obrador y la gobernadora Cuéllar.

De un primer diagnóstico elaborado por IMSS-Bienestar, documento del cual tenemos copia, queda en evidencia el desastre de la administración de la Triste Historia, solo un semestre les bastó para tirar al caño lo que ya se había avanzado.

Por ejemplo, hay dudas respecto del gasto realizado en equipamiento y enseres, nadie sabe cuánto costó la tecnología del Complejo de Atención Especializada en Salud y Bienestar, localizado en San Matías, por el simple hecho de que no hay información pública, se han ocultado contratos y procesos de licitación, amén de que presumen espejitos a precio de oro, de eso ya hablaremos después.

De tomar la federación el control, como se tiene previsto, entre las primeras que tendría que rendir cuentas es la boliviana impuesta por la legión poblana como directora de Administración de Sesa.

Hay quejas de su labor, porque trasciende que ni al titular de la dependencia le rinde cuentas, ¿entonces a quién?, no es difícil suponerlo.