Por Edgardo Cabrera

Cuánta hipocresía debe existir en un gobierno para conseguir una Nueva Historia, sin duda, la misma del tamaño del ego de aquel slogan triunfalista de “la más votada”.

Luego de que el martes se escondieron tanto la mandamás del estado como su lacayo secretario de Gobierno, la mañana de este miércoles salieron a “constatar” los daños y pronunciar de nuevo el discurso hueco del respeto a las protestas ¡ajá!, y su “solidaridad” al movimiento que convocó a miles que de forma voluntaria fueron, no acarreadas como ayer lo hizo la gobernadora con su séquito de focas.

La víspera su policía represora trató como delincuentes a todas las feministas, barrieron parejo, o cómo entender, primero, la colocación de los muros lorenistas y luego el uso de la fuerza pública contra todas, no solo contra el “reducido” grupo que -ellos mismos dicen- fue el responsable de derribar esas barreras. 

Entre las agredidas por policías, estuvo nuestra compañera reportera Selene Sosa, rescatada por esas “malvadas” feministas. El domingo en el video-mensaje de la gobernadora, se dijo convocante de los medios para “atestiguar” el movimiento, pero no las agresiones, ahora lo entendemos. 

¿Pues no que, si tocan a una, tocan a todas?, ahora resulta que unas sí merecían la represión. 

Está visto, para Cuéllar y su gobierno es de mayor preocupación la imagen urbana, las fachadas limpias y los pisos relucientes, que las consignas y el pliego petitorio que llevaban los grupos; el aparato de espionaje de gobernación sabía muy bien de las demandas escritas, pero jamás se las hicieron llegar a su jefa -suponemos-, solamente reportaron la violencia contra los “indefensos” granaderos, que tuvieron que resistir con sus cascos, chalecos, rodilleras y escudos, los embates de las “forajidas”.

NO ENTIENDE

El miércoles, el día convocado para otra protesta, la del 9 Nadie Se Mueve, de nueva cuenta Lorena Cuéllar atentó contra la libertad de manifestación, trabajadoras de gobierno fueron convocadas al Palacio, afuera, NO adentro donde pueden manchar con sus pies los pisos, para despintar los muros y limpiar las calles.

Es la hora que tampoco recibe a las víctimas del delito que, reitero, le han mandado oficios implorando por una audiencia.

Es falso el humanismo del lorenismo, está más preocupada por la imagen que darán para el negocio del torneo de voleibol de playa, porque es eso, un negocio.

La mujer gobernadora tampoco se ha pronunciado por las 17 desaparecidas con fichas vigentes de búsqueda, de las cuales, 5 corresponden a niñas y jóvenes reportadas en la presente administración. ¿Conocerá la información?

Varias de esas madres, hermanas y amigas de las desaparecidas, así como de otro tanto que fueron asesinadas, son las que estaban ayer en esa “horrorosa” manifestación que manchó los muros y dañó la puerta mariana del Palacio de Lorena, y eso sí es indignante para su administración, pero NO las muertas, NO las desaparecidas, NO las golpeadas por su policía represora.