Por Ximena Hernández Varela

Tlaxcala es un estado con problemas graves de alcoholismo y drogadicción, los cuales representan desde hace mucho un reto de salud pública.

Nuestros niños y jóvenes, cada vez más jóvenes, experimentan el consumo de distintas sustancias nocivas que reflejen el deterioro de la sociedad y la indiferencia de nuestras autoridades y núcleos familiares que dejan a su suerte a quienes serán el futuro de nuestra entidad.

La verdad es que casi ningún gobierno de cualquier nivel ha hecho algo trascendente que impacte y combata o busque disminuir el uso y consumo de drogas y alcohol, principalmente en adolescentes. Y en ese punto, vale la pena destacar algunas de las acciones que sí ha realizado ayuntamientos como el de Huamantla.

Que casi a diario se ejecuten operativos para sancionar, suspender o clausurar negocios que clandestinamente venden alcohol a niños y jóvenes es una acción que está impactando y dando resultados.

Sumado a ello, es destacar el trabajo realizado por la policía municipal, pues con tal de cuidar la imagen de un pueblo mágico, aquí en Huamantla si está sancionado que la gente consumo drogas y alcohol en la vía pública, por ello, de agosto del 2021 a la fecha, se han llevado a cabo más de 400 puestas a disposición del juez municipal para sancionar conductas que afectan la paz pública y la imagen del municipio.

La autoridad ha hecho y está haciendo su parte, toca a los ciudadanos hacer la nuestra, esforzarnos en cuidar más a nuestros hijos, impulsar a ser hombres y mujeres de bien y buscar vivir en armonía con los demás, por ello es tan importante trabajar en restituir, restaurar y reparar el tejido social.

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