Por Edgardo Cabrera

Vaya papelón que hizo Luis Ángel Roldán Carrillo, el “primer” alcalde del desaparecido partido Redes Sociales Progresistas, y quien cree gobernar Hueyotlipan de los Saguaros, ¡sí!, como el ficticio pueblo de la ley de Herodes de Luis Estrada.

Un video puso en evidencia el momento en que encolerizado arremetió en contra de la regidora priísta Lorena Romero Carrillo. Entre gritos y manotazos, incluso, en un momento de la escena parece dispuesto a pasar a las agresiones físicas cuando se levanta abruptamente de su silla.

La molestia del presidente municipal se debió a que en su informe de los primeros 100 días de gobierno realizado al cierre de diciembre, no logró reunir la concurrencia esperada, el salón cultural del ayuntamiento lució con espacios vacíos, y eso no le gustó al señor.

Por ello entre sus primeras acciones del 2022 fue citar en su despacho a los regidores a quienes reclamó airadamente que no le acarrearan gente, “siquiera” que llevaran a sus familiares para que hicieran bulto y se unieran a los aplaudidores de un informe que no dio cuenta de ningún avance destacado.

El hecho documentado por el propio cuerpo edilicio en el mencionado video, tendría servir de prueba para presentar la denuncia correspondiente por violencia política en razón de género, pero también, porque Luis Ángel se equivoca al tratar a los regidores como empleados y no como pares, pierde de vista que al igual que él, llegaron producto de una elección y cada uno representa tanto a un partido como a la población que votó.

Veremos si la dirigente de RSP, Aurora Villeda, emite algún posicionamiento y emprende acciones desde el partido, que, si bien perdió su registro nacional, está próximo a ser reconocido como instituto local por el porcentaje de votos obtenidos en la pasada elección

Pero más allá del cargo, por sororidad, se esperaría que la también esposa del ex candidato a la gubernatura, Juan Carlos Sánchez “Saga”, haga algo ante la evidencia que es contundente.

TAPANDO EL POZO

Incongruente resultó el gobierno de la “Nueva Historia”, luego de que el martes emitiera “nuevas” disposiciones sanitarias para evitar contagios por Covid-19 y de su nueva variante Ómicron.

El Consejo Estatal de Salud, cuya cabeza es la gobernadora Lorena Cuéllar, quiere remediar y hasta hipócritamente se dice “preocupado” por la cuarta oleada de la pandemia, cuando apenas en diciembre alentaron fiestas, festivales, villas navideñas, posadas, en fin, pusieron todos los ingredientes del caldo de cultivo.

Y las consecuencias ahí están, empezando por la jefa del gobierno que resultó infectada, ignoramos al momento si sus colaboradores cercanos y familiares también fueron contagiados, eso sí, nos dicen en un comunicado oficial que ella está estable y de buen ánimo, ¡qué bueno!, ojalá que quienes padecen el Covid por andar en las fiestas propiciadas desde el gobierno también la pasen sin mayores afectaciones.

Las mentadas nuevas disposiciones, de nueva cuenta, son un contrasentido y una mera ocurrencia, por ejemplo, al restringir el acceso a centros comerciales, centros de abasto, cines, transporte y restaurantes, no solo en el cupo máximo, sino que ahora hasta se aventaron la puntada de exigir que quienes vayan exhiban su certificado de vacunación, documento que, por cierto, es expedido con errores del propio sistema gubernamental y, a veces, no se puede obtener pese a tener la dosis.  

El mismo gobierno que en diciembre alentó, ahora castiga con sanciones como clausuras para los negocios que no cumplan las recomendaciones; a los niños en las escuelas, los manda a tomar clases al aire libre en plena época invernal, sino se contagian de Covid, una gripe o pulmonía seguro padecerán.

En fin, así las incongruencias.