LIMPIA
23 de diciembre - 2021

Por Edgardo Cabrera

Al arrancar su administración y con el nombramiento de los funcionarios estatales, Lorena Cuéllar advirtió que todos estarían a prueba de cuatro meses, y ese plazo se vence el 31 de diciembre.

Sin llegar al periodo de evaluación y despido, varios se fueron por su propio pie, voluntaria o involuntariamente como el prófugo secretario de Seguridad Ciudadana, Alfredo Álvarez Valenzuela; o la ex diputada Luz Vera, quien fue impuesta al frente del Conalep sin cumplir con el perfil legal que establecía la institución.

A la lista se suman la del Instituto del Deporte de Tlaxcala, Elena Atona Silva; Oscar Arce Zepeda, de Pensiones Civiles de Tlaxcala; José Luis Garrido de la dirección académica del Colegio de Bachilleres; y otros tantos directores y jefes de personal que decidieron renunciar.

Sin embargo, hay un gran bonche de funcionarios que simple y sencillamente no han dado resultados, aunque en el discurso Lorena Cuéllar los ha protegido a todos, en los hechos basta revisar las torpezas en la Secretaría de Planeación y Finanzas con la falta de pericia para defender el presupuesto estatal, por cierto, mal hecho y que será aprobado este día por intimidación, o Comunicación Social que ha exhibido a nivel nacional a la gobernadora por la ausencia de habilidad para manejar crisis, como aquella del secretario prófugo.

Aunque está entre los consentidos, los malos resultados en la Secretaría de Gobierno están a la vista de todos, con más recursos, casi mil millones de pesos, los errores serán aún más grandes, caros y costosos, ya los verá.

En Seguridad Pública se tiene que tomar una decisión, entre darle la titularidad a Maximino Hernández, o inclinarse por Erick Sergio Ramírez Manzur o Guadalupe Ballesteros, otros dos de los personajes que aspiran al puesto, o de plano, optar por un tercero en discordia.

Y qué decir de la decena de ex diputados locales pertenecientes a la legislatura de los moches que ocupan un puesto en la administración estatal, con todo y la denuncia penal por corrupción en su contra.

Pero si bien hubo la promesa de la depuración en los primeros cuatro meses de la administración, igual y no pasa nada, se convalidará la ineficacia.

MEJOR PAPEL

Con todo y que los lorenistas huevones les orquestaron una campaña de desprestigio desde el interior del gabinete, que incluye palizas en sus medios comprados, parece que la “legión extranjera” le ha dado mejores resultados a Lorena Cuéllar.

Ahí está el secretario de Salud, Rigoberto Zamudio, uno de los villanos favoritos de los lambiscones, incluso desde la oficina de incomunicación de la Juárez filtraron aquella carta de su renuncia “voluntaria”, lo que no dijeron es que a todos los funcionarios y empleados les pidieron el mismo documento. 

El especialista médico ha sabido capotear políticamente al sindicato y no han paralizado al sector, aunque ganas no les han faltado por temas como las tarjetas de despensa o la exigencia de remoción del hermano del exgobernador Marco Mena del módulo canino. En esos conflictos, la Segob dejó morir solo al secretario.

Luis Antonio Ramírez Hernández, quien está al frente de Ecología, además de su tema anda operando temas políticos que no ha podido resolver la Segob, entre ellos cuestiones relacionadas con el Congreso.  

Gimena Lara Pérez de Políticas Públicas y Participación Ciudadana, otra de las maltratadas, sacó el tan “ovacionado” informe de los 100 días, y está en borrador el Plan Estatal de Desarrollo, en espera del visto bueno.

Y hay otros que, si bien no son foráneos, han mostrado disciplina y trabajo, uno de ellos Homero Meneses en Educación, quien no ha caído en la tentación del protagonismo que le gusta, se tuvo que disciplinar y dedicarse a la administración, más que a la política.

Quizá la única que se salva de los ex diputados es la del Sepuede, Michaelle Brito, evitó broncas desde que la bajaron de la candidatura que ya tenía ganada en Morena por Tlaxco, y como funcionaria evitó el protagonismo con todo y las diferencias con el titular del Icatlax, no se puso a pelear y ridiculizarse como sus ex compañeras de bancada Mayra Vázquez y Ana Bertha Mastranzo, fue bien evaluada en cuanto a las metas de los primeros cuatro meses.

En Economía y Turismo, los astros se les alinearon, la llegada de inversiones y proyectos como la tan cuestionada Villa Navideña, terminaron por dejar bien parada a Lorena Cuéllar, con todo y el cierre de espacios para la difusión oficial.