Como en Dinamarca
7 de octubre - 2021

Por Mauricio Hernández Olaiz

Durante una mañanera en el mes de enero de 2020 el presidente López Obrador hizo la siguiente declaración:

“El  primero de diciembre de este año 2020 va a estar funcionando el sistema de salud pública con normalidad, con servicio de calidad, atención médica y medicamentos gratuitos. Va a estar funcionando, ese es el propósito, como los servicios de salud que hay en otras partes del mundo, como en Dinamarca, así aspiramos, como en Canadá, como en el Reino Unido”.

Para los que recientemente hemos tenido que enfrentar a los sistemas de salud de México en pleno septiembre de 2021, sabemos que estamos a años luz de que el presidente pueda cumplir con esa promesa.

El sistema de salud pública está lejos de operar con normalidad. Mientras se gastan miles de millones de pesos en las tres obras faraónicas de López Obrador, el presupuesto en salud es mínimo y se nota. Tal vez si usted es un férreo seguidor del presidente y no ha tenido la necesidad – y qué bueno – de requerir ser asistido por sistemas de salud estatales o federales, podrá seguir creyendo todo lo que el Macuspana propagandea en su mañanera. La realidad es otra muy diferente al discurso matutino del presidente.

Hay carencias de medicamentos hasta de cuadro básico. El Ketorolaco; medicamento usado para el alivio del dolor moderadamente intenso, es uno de ellos. Y aunque se encuentra en cualquier farmacia con precio moderado, en los IMSS de Tlaxcala y Puebla, no lo tienen, incluso en la clínica 8 llegaron a carecer de paracetamol.

Cuando uno ve a un ser querido con enorme aflicción y constatar que dónde es atendido no tienen esas medicinas para el dolor, no se puede evitar recordar las palabras del presidente asegurando, tajante, que el abasto de medicamentos en México está completo.

Así lo dijo en su mañanera del 24 de Mayo del presente año, sin embargo, apenas el 21 de septiembre declaró que los medicamentos ya se compraron a la ONU pero que el proveedor aún no termina por distribuirlos en todo el país.

La realidad es muy distinta y quienes lo hemos vivido recientemente no podemos más que cuestionar el discurso faccioso del presidente….Y por lo menos a mí no me reconforta el “antes estábamos peor”…PORQUE TAMBIÉN ES MENTIRA.

Durante el sexenio del más corrupto gobierno en la historia de México, el de Enrique Peña Nieto, pasé una situación igual que la que hoy vivo…. y claro que hay diferencias.

Con el corrupto, a mi esposa, no le faltaron medicinas, de ninguna especie. Con el salvador no hay ni Ketorolaco. Con el corrupto jamás se reprogramó una cita de quimioterapia. Hoy hay que reprogramar hasta 5  veces pues sencillamente no las hay.

El seguro popular; que para AMLO no era Seguro, ni era popular, en los tiempos de Peña nos apoyó con Gastos millonarios de tratamientos contra el cáncer. Con el salvador se han vuelto, sencillamente, impagables. El INSABI no te apoya, no te brinda asistencia, mucho menos tratamiento. Lo digo con todo conocimiento de causa.

Es casi imposible que gobernantes millonarios, con eternas palabrerías, acepten la realidad. Y esta es que ellos no se atienden en el IMSS, SESA, o ISSSTE. Ellos van a privados impagables para el 80% de los mexicanos. Solo asisten a estos nosocomios de gira, a presumir y a mentir. De hacerlo podrían constatar la realidad, y eso quién sabe, puesto que seguro tendrían tratamiento VIP.

Y mientras hoy se presumen los avances del millonario aeropuerto de Santa Lucía, nadie habla de la saturación del IMSS de San José, en el vecino estado de Puebla. Hospital de alta especialidad que debe cubrir la ausencia del Hospital de San Alejandro, dejado a su suerte, olvidado y hoy completamente abandonado.

El 7 de febrero de 2020, el titular de la cuarta transformación del IMSS, Zoe Robledo anunció que la SEDENA – para no variar en este sexenio- demolería y volvería a construir el Hospital General Regional no.36 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), mejor conocido como ‘San Alejandro’,…Apenas el pasado 21 de agosto de este año se pudo ver algunos trabajos en esa zona, pero solo unos días, para luego volverlo a dejar en el abandono.

Si bien en los últimos años autoridades federales han realizado distintos anuncios afirmando que San Alejandro será reemplazado con nuevas unidades médicas en Puebla capital, a la fecha no hay ningún proyecto en marcha para que esto se vuelva realidad.

Mientras tanto el regional de San José ve todos los días enormes filas de Poblanos, Tlaxcaltecas, Oaxaqueños y hasta Chiapanecos esperando poder ser atendidos todos los días.

El presidente ha prometido que al final de su sexenio estarían abiertos 200 hospitales en todo el país. Según datos del propio gobierno se han rehabilitado 130 que quedaron inconclusos en pasados sexenios, pero no se tiene información de construcción de nuevos proyectos de la actual administración.

Por lo pronto yo no creo que en el actual sexenio podamos tener servicios de salud como en Dinamarca, sobre todo cuando el actual gobierno tiende a politizarlo todo, especialmente a la salud. Pero con ella no se juega.

Hoy día no solo mueren miles de mexicanos por Covid 19, también lo hacen por cáncer. La enfermedad se convierte en la tercera causa de muerte en México. De 1990 a 2020 los decesos se han  duplicado y especialistas afirman que el país no cuenta con una estrategia para combatirla.

“El incremento del número de casos de cáncer en México es espeluznante y las proyecciones son preocupantes”, advierte sin matices la académica Laura Flamand, coautora de un informe publicado por El Colegio de México que subraya la disparidad en el acceso a tratamientos entre ricos y pobres.

Las tres ciudades más ricas —Ciudad de México, Monterrey y Guadalajara— acaparan el 60% de los especialistas en oncología. Es más probable que un paciente se muera en Chiapas, Oaxaca, Tlaxcala, Guerrero, Yucatán y Veracruz —los estados más pobres—, que en la capital, Nuevo León, Sinaloa o Baja California. México no cuenta con un programa nacional de atención y control del cáncer, por lo que el acceso a los servicios se convierte en un suplicio para los pacientes.

“El costo de los tratamientos puede llevar a una familia a perder hasta propiedades”, explica Flamand. Hasta enero del año pasado los mexicanos que no estaban afiliados a programas de seguridad social tenían con el apoyo del Seguro Popular, una iniciativa creada en 2003 que contaba con un financiamiento adicional para “gastos catastróficos”, que cubría el tratamiento para todo tipo de cáncer en menores de edad y ocho tipos en personas adultas. Esa institución desapareció en enero de 2020 por las reformas del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien prometió crear un nuevo sistema de salud gratuito y universal.

Hoy el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), no solo no otorga apoyos a instituciones que luchan contra el cáncer, sino que ni siquiera surte medicamentos a sus afiliados.

En México fallecen 14 de cada 100 personas anualmente por el cáncer. La esperanza de vida de quienes la padecen es de 63 años y se registran 376.000 personas que la sufren. El gobierno de la 4T no cuenta con un plan o estrategia de prevención, combate y tratamiento de cáncer para el 65% de la población.

Y si hablamos de la otra pandemia, la diabetes mellitus, solo les comento que la Federación Internacional de Diabetes reportó que, en 2019, en México existían 12.8 millones de personas con diabetes y que, para el año 2045, la cantidad de personas con diabetes aumentará a 22.9 millones, ocupando en ambos años el sexto lugar en número de personas con diabetes a nivel mundial.

Actualmente México es de los 10 países con más mortalidad en el mundo por esta enfermedad…

Pero hasta para aspirar hay que conocer e investigar, sabía usted que uno de los países con mayor número de enfermos con Cáncer es precisamente….DINAMARCA.

 Según “World Cancer Research Fund International” y la “OMS”, Dinamarca tiene 338 casos por cada 10 mil personas. México tiene un promedio de 130 enfermos por cada 10 mil personas. Eso si, la mortalidad en el país escandinavo es de 43%, en México de más del 70%.

@olaizmau

*Con información del país, colegio de México, World Cancer Research fund international


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