JOSEFINA Y SU DESASTRE
22 de septiembre - 2021

Por Edgardo Cabrera

Que alguien le explique a la señora secretaria de Turismo el semáforo epidemiológico por el Covid-19, y cuando le den la asesoría que emita declaraciones para no desinformar.

El asunto es que este martes la restaurantera Josefina Rodríguez Zamora se aventó la puntada de asegurar ante los medios de comunicación que la entidad se encuentra en color “naranja” y que, por tanto, será anunciada la cancelación de la feria de Tlaxcala.

La también presidenta del Patronato de Feria, no es la primera vez que da muestra de su falta de datos, y eso pone en predicamento a los comerciantes, empresarios y sociedad en general que ya hace planes para esos festejos.

Dice Josefina que la venta de espacios comerciales es un proceso que desde la semana pasada realizan derivado de los “tiempos” del Patronato, ¡ah caray!, ojalá y también explique quién le marca ese calendario, porque de ser así, debió comenzar desde hace mucho, recordemos que Marco Mena, siendo aún gobernador, la designó en esa posición.

La funcionaria debe entender que su desempeño en la administración pública no es lo mismo que preparar una carta para el menú de uno de sus negocios, tampoco el público y sus subordinados reaccionan como el ganado de su rancho, para planear y ordenar debe tener la información clara y correcta, ignorar que desde este lunes Tlaxcala avanzó al semáforo amarillo y utilizar el “naranja” para fundar su anuncio es un error.

Tras la torpeza, deberá ser su jefa, la gobernadora Lorena Cuéllar, o el Consejo Estatal de Salud quienes aclaren si habrá o no festejos.

Si procede la cancelación, tendrán que devolver los recaudado ya por el cobro de espacios, si va para adelante, deberán poner al frente de la organización a alguien que realmente sepa de lo que esté hablando.

DESUNIDOS 

Los otrora aliados en las elecciones de este año no se pueden ver ni en pintura, poco les duró el gusto, la constante es el incumplimiento de acuerdos, las exigencias y el maldito poder.

PRI y PRD, quienes conformaron la coalición Unidos por Tlaxcala, rompieron desde que los tricolores impugnaron el triunfo de su candidato ganador en Mazatecochco, Mario Quixtiano, el asunto es que, de ese recurso legal, derivó la pérdida de la presidencia y que pasara a manos del Revolucionario Institucional.

El pacto en aquellos tiempos cuando eran brothers, nos cuentan, consistía en no impugnarse entre los aliados ninguna elección.

Los del PAC también pintaron su raya una vez que consiguieron la Mesa Directiva para su diputada Alejandra Ramírez; la oposición pensó que era una conquista de la chiquillada frente a Morena, lo que nunca imaginaron es que, en lugar de ganar un espacio de poder, perdieron a una aliada quien anda ahora muy cerca de la gobernadora Lorena Cuéllar y de los morenistas.

El PAN en el Congreso no jala con PRI y PRD, los de Acción Nacional andan más ocupados en recuperar posiciones de poder perdidas tras la elección y lo que menos les interesa es confrontarse directamente con la gobernadora, y no solamente hablamos de su situación en el Congreso, en las alcaldías es la misma situación, de hecho, varios de los presidentes han manifestado abiertamente su disposición a trabajar a las órdenes de la mandataria.

Del otro lado la cosa no es mejor, ya mañana hablaremos del fracaso del cogobierno y el incumplimiento a la palabra empeñada, nada nuevo.