TACO DE LENGUA
3 de septiembre - 2021

Por Edgardo Cabrera

Llegó la enésima promesa del diputado Terán, en su segunda sesión ordinaria y desde la tribuna, aseguró que la actual legislatura “romperá la tradición”, por lo que no comprarán autos nuevos con recursos del erario, además nos harán el “favor” de empezar puntales las sesiones ordinarias, establecidas por reglamento a las 10 de la mañana.

Además, dijo que tirarán los muros de la ignominia y que el acceso al palacio Legislativo será “libre” para el pueblo bueno.

Son meras promesas, tacos de lengua, como sus antecesores, algo similar dijeron al llegar, pasaron tres años y los muros se reforzaron al cerrar las puertas permanentemente, los autos nuevos llegaron cuando terminó su luna de miel, el incremento a las dietas desde su primera quincena, el fondo moches desde el primer presupuesto aprobado, así como los 360 mil pesotes mensuales para cada uno, según para destinarlos a apoyos sociales.

En lo verdaderamente importante, en los hechos, es la hora que no han concretado nada, dónde están las denuncias penales y administrativas por los daños causados por sus antecesores, ayer en este espacio exhibí una prueba más, relacionada con el choque de un auto oficial y de lujo que no fue pagado por el diputado Garrido (quien lo tenía a su resguardo), la próxima semana exhibiremos más pruebas de otras anomalías.   

Lo que sí, en su segunda sesión cumplieron a cabalidad la primera orden de la gobernadora Lorena Cuéllar, sin chistar, acusaron de recibo de la designación de la juez Ernestina Carro como encargada del despacho de la Procuraduría General de Justicia del Estado, será cuestión de días para que realicen el trámite correspondiente en el proceso de su nombramiento de manera formal.

Parece, en la sesión dos, que sí, el Congreso del estado fungirá como mesa de trámites del ejecutivo, más no como su contrapeso, y que le retórica será el sello de la mayoría parlamentaria.

TRASCIENDE

Por sus primeras acciones los conoceréis, y hablamos ahora de los relucientes funcionarios estatales, a quienes solamente les bastaron unas cuantas horas para sacar el cobre y actuar en contra del compromiso de la gobernadora Lorena Cuéllar, poniendo en duda su palabra.

El martes al rendir protesta fue tajante, dijo que “no habrá cabida para la corrupción, complicidad y contubernio, para nadie”, pero su gente de confianza ya incurrió en dichas prácticas desde el día 1.

Por ejemplo, quien pasó de exitosa empresaria restaurantera y del ramo de los bares, a política y ahora funcionaria del primer nivel, ya se dio sus lujos, o, mejor dicho, a sus señores padres les compartió el uso de unidades oficiales para realizar tareas de sus negocios.

No solo eso, mandó a quitar relojes checadores electrónicos de la dependencia que encabeza y obligó a los empleados a firmar ahora su asistencia en una libreta, dicen los mal pensados, que como táctica para despedirlos cuando sorpresivamente desaparezca el mentado libro de registro, no solo eso, desde su despacho atiende los pendientes del restaurante y hasta prepara la carta.

Hay otros quienes, ya con el poder, tratan de diluir problemas legales añejos que no los dejaban dormir… la próxima semana saldrán a relucir esas demandas del pasado.

Lo bueno es que les leyeron la cartilla, lo malo, es que el sermón les entró por un oído y les salió por la boca y las manos.