Por Mauricio Hernández Olaiz

Ha comenzado el gobierno de Lorena Cuéllar Cisneros. Lejos estoy de convertirme en una pluma triunfalista, pero tampoco en un agorero del desastre. Comienza una nueva etapa de gobierno, punto.  Con sus claro – oscuros y contradicciones tan tradicionales y evidentes en los gobiernos del cuatro teísmo.

De la gobernadora y su equipo dependerá que sendero tomará su administración. Solo hay dos direcciones, el éxito o el fracaso.

Deseo que Cuéllar Cisneros tenga un buen gobierno, y no lo digo de dientes para afuera, pues en la medida de que le vaya bien y cumpla con cada una de sus promesas de campaña, habrá prosperidad en el estado y eso nos beneficiará a todos, ya no solo se quedará en los cuates, familia, compromisos y el largo etcétera.

Mucho se podría hablar del discurso emitido, de los invitados de lujo a la toma de protesta, pero al final eso ya solo quedará para el anecdotario político. Lo que le importa al pueblo, ese tan mentado en los discursos morenistas, son los resultados, los beneficios directos. De no llegar, pues otro gallo les cantará.

Ha comenzado el gobierno de Lorena Cuéllar Cisneros. Ahora hay que ponerse a gobernar y dar resultados, muchos incluso a descubrir que no es lo mismo estar en la barrera que en el ruedo frente al Toro.

COMPAÑERE

Vaya que reventó las redes el video en donde una persona explota en llanto porque un estudiante le llamó ‘compañera’ y no ‘compañere’. El momento se hizo viral y con ello severas críticas, memes y también comentarios a favor se hicieron visibles en todas las redes sociales.

De nuevo se puso a discusión el tema de la importancia del lenguaje inclusivo, pero como siempre desde una óptica poco inclusiva.

Me explico. Me enrolé en una de tantas discusiones sobre el tema en las redes y a todos aquellos que defendían la importancia de la inclusión y de la defensa del nuevo lenguaje les pregunté que tan inclusivos eran en realidad y que tan comprometidos estaban con el tema.

Por supuesto las respuestas fueron abrumadoramente que están 100% comprometidos, perdón, comprometides con los temas de inclusión en la sociedad. Luego entonces hice la pregunta…¿Cuántas medallas lleva México en los juegos paralímpicos de Tokio?….las respuestas no llegaban, se ve que algunos “comprometides” con la inclusión se pusieron a revisarlo en internet.

7, 11, 10, respondieron algunes…¿nombres, pruebas, tiempos? …Buscaron girar el tema…No es lo mismo… respondían…¿porque no lo es? Preguntaba yo…

Son personas con discapacidad que también buscan la inclusión, pero a cambio la sociedad históricamente, esa tan ocupada y preocupada por el compañere los ha marginado, rechazado, olvidado, les han puesto un y mil obstáculos y no están llorando en las redes por cómo les dicen o tratan, ganan medallas.

Desafortunadamente ciertos temas son solo una moda. El lenguaje inclusivo pareciera serlo. Se le da enorme importancia en redes, pero esas mismas no hablan de como estos extraordinarios mexicanos con discapacidad la están rompiendo en Tokio.

Al momento México lleva 14 medallas ganadas. 5 oros, una plata y 8 bronces. Y si usáramos la regla de medición que las autoridades deportivas utilizaron para justificar el fracaso de los atletas convencionales con los 7 cuartos lugares que pudieron ser medallas, pues la delegación paralímpica, además, cuenta con 17 cuartos lugares.

Pero en el deporte olímpico y paralímpico las medallas son las que cuentan y ahí México, con sus atletas con discapacidad, como cada 4 años se supera y demuestra que con nulos apoyos son potencia, pues varios de los oros van acompañados de récords mundiales.

Hoy no hay, no existe, televisora mexicana que transmita en directo los juegos paralímpicos de Tokio. Ni siquiera los canales de claro sports, propiedad del magnate Carlos Slim, quien además es dueño absoluto de los derechos de transmisión de los olímpicos y paralímpicos en el mundo.

Claro sports dedicó hasta 5 canales diferentes para la transmisión de los juegos convencionales. Solo dedica un resumen diario de una hora a los paralímpicos.

Pero no todo es culpa de ellos, la TV abierta como de cable son un negocio y datos duros reflejan por qué no se transmiten los paralímpicos. PORQUE NADIE LOS VE.

La última transmisión en televisoras mexicanas de unos paralímpicos al nivel de los olímpicos fue en Sídney 2000. El rating de los convencionales tuvo un promedio de casi 11 puntos, de los paralímpicos apenas llegó a un punto. Dejaron de transmitir.

Sin rating no hay publicidad, sin publicidad no hay dinero, sin dinero no es rentable hacer los gastos de transmisión.

Luego entonces como sociedad nos preocupamos por la inclusión, pero a modo y por moda. Reventamos las redes por un “compañere”, pero nadie vio a la fondista débil visual, Mónica Olivia Rodríguez Saavedra, cimbrar el Estadio Olímpico de Tokio tras conquistar la medalla de oro, con récord mundial, por citar solo a una. Han sido 14.

No compartieron ese video en redes, no lo hicieron viral, nadie lo comento.

Si vamos a hablar de inclusión, hablemos pues de inclusión, pero en todas las áreas. Y no solo por moda o porque hicimos viral un “compañere”.

@olaizmau

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