Por Fernando Tamayo

Esta semana inicia un nuevo capítulo en la historia política moderna de Tlaxcala; la 4T contará con todos los elementos para que el Proyecto de Regeneración Nacional planteado por décadas por parte del Presidente de la República; Andrés Manuel López Obrador pueda ser una realidad en nuestra Entidad.

En el ámbito del Legislativo, la nueva Cámara de Diputados Local tiene una tarea primordial; renovar la confianza del pueblo tras la lamentable labor realizada por sus antecesores, que vale decir, también pertenecían al régimen morenista.

Y es que los resultados tan lamentables e infames de los anteriores Diputados son tan claros que la nueva Legislatura Local tendrá que demostrar contundentemente que no son iguales a sus antecesores. Para ello los nuevos Congresistas están obligados a investigar los abusos y excesos realizados por quienes solamente dejaron la curul;  con lo demás arrasaron.

Dentro de los temas que deberán resolver los Legisladores encontramos los casos de bonos extraordinarios sin justificación, el programa de infraestructura municipal donde no hubo fiscalización y mucho menos transparencia, el uso indiscriminado del presupuesto como lo es en el caso de los recursos que debieron destinarse al pago de laudos y que mágicamente desaparecieron, la basificación de amigos y familiares a costa del erario,  sin dejar de lado la escasa labor legislativa realizada y la validación de Cuentas Públicas de manera opaca. 

La actual Legislatura tiene el deber ético y moral -si así puede llamársele- de demostrar que el cambio impulsado desde Palacio Nacional es verdadero y positivo, lo que a diferencia de sus antecesores, será vigilado por la nueva mandataria Lorena Cuéllar Cisneros y con ello investigar y castigar firmemente el asalto en despoblado realizado por los “cacos” ex legisladores y aquellos que también se reeligieron.

No podemos pasar por alto lo realizado por la Legislatura saliente que sin duda ha hecho Historia. No se trata de una cacería de brujas, es simple y llanamente hacer valer el Estado de Derecho. Al tiempo.

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