Por Edgardo Cabrera

El bloque opositor en el Congreso del estado se anotó su primer triunfo frente a la mayoría cuatroteísta, se agenciaron la presidencia de la Mesa Directiva con la sobrina del ex gobernador Héctor Ortiz, Alejandra Ramírez.

Desde que iniciaron las reuniones conjuntas, los legisladores que formaron parte de la Coalición Unidos por Tlaxcala exigieron esa posición que, de entrada, tuvo una respuesta negativa, sin embargo, al paso de los días y frente a sus propias disputas internas de los que integran el grupo Juntos Haremos Historia terminaron por doblar las manos.

Para nadie es desconocido que, al coordinador de los Morenos, Rubén Terán le quedó muy grande el puesto, en su grupo lo ven con desconfianza y en sus aliados no tiene poder de liderazgo, el petista Miguel Ángel Covarrubias y el de Nueva Alianza, Lenin Calva, por ejemplo, difícilmente acatarán de manera ciega sus órdenes o caprichos.

Y si en la coordinación no ha podido llenar las expectativas, cuando ejerza la presidencia de la Junta de Coordinación y Concertación Política las cosas serán peores, ya lo verán, así como se le hecho a perder el engrudo de la Mesa Directiva, dejando fuera a sus aliados de la 4T, los próximos acuerdos le podrían costar el puesto, al tiempo.

PRUEBA DE FUEGO

El gobierno de Lorena Cuéllar y de los 60 municipios arrancan su administración con una prueba de fuego: el inicio del ciclo escolar con clases presenciales en medio de un pico de contagios de Covid-19.

No hubo marcha atrás, se acató la orden federal y con ello Tlaxcala se mantuvo en la determinación de abrir las escuelas mediante un acuerdo entre el gobierno entrante y el saliente. Hablamos que este lunes tendrían que abrir sus puertas 2 mil 462 escuelas públicas y privadas para que regresen más de 373 mil estudiantes.

Sin embargo, hay inconformidades, la semana pasada el sindicato de docentes del Cobat signaron un documento donde se niegan a regresar a las clases presenciales, profesores de Antorcha Campesina y alumnos pertenecientes a esa misma agrupación se inconformaron, legisladores del PRI y PRD también expresaron su desacuerdo.

Pero más allá de las protestas, la realidad es que la entidad se mantiene en una tendencia ascendente en los contagios, así fue desde el primer día de agosto y hasta el último, vale revisar que este fin de semana se confirmaron 152 positivos el sábado y 151 el domingo, el sábado anterior fueron 125 y el domingo 129.

Y la cifra que más llama la atención es el de los sospechosos de contagio de Covid-19. Según el monitoreo diario de la Secretaría de Salud, se tienen para este domingo 3 mil 825 personas en espera de un resultado a las pruebas aplicadas.

Lo que ocurrirá este lunes será un “volado”, por más medidas que se anuncien, a la hora de la verdad veremos de a cómo nos toca. 

PARA MUESTRA…

El jueves entraron en vigor las nuevas disposiciones sanitarias para frenar la propagación del coronavirus, la víspera el Consejo Estatal de Salud sesionó y anunció 14 medidas, sin embargo, a partir de su aplicación hubo confusión y desacato, las fiestas públicas y privadas siguieron.

Otro ejemplo, inicialmente se había determinado que la venta de alimentos preparados sería solo para llevar, así quedó constancia en la información oficial difundida; no obstante, el jueves al entrar en vigor se modificó esta disposición para permitir el consumo en los establecimientos, pero con un aforo de 50 por ciento de la capacidad del negocio.

No solo eso, mientras a los restaurantes se les ordenó vender alimentos solamente para llevar a partir de las 20 horas, algo que impacta directamente a las taquerías, por ejemplo, a los negocios informales se les siguió tolerando el consumo nocturno lo que ya generó inconformidades de la Asociación de Restaurantes, Cafeterías y Bares de Tlaxcala.

Ahora este lunes que se reactivan las labores educativas, veremos si en verdad se respetan todas las disposiciones, una de ellas, que el transporte solo admita un cupo máximo de 50 por ciento y con cubrebocas, algo que dudamos que ocurra. 

Los primeros días de las nuevas medidas, quedó evidenciado que el relajamiento de la sociedad es más fuerte que las prohibiciones.