Por Selene Sosa

Alrededor de las 10 de la noche de este pasado sábado, policías municipales de Tlaxco se percataron de que, en la calle Francisco I. Madero esquina con Guadalupe Victoria se conglomeraron un aproximado de entre 100 a 150 vehículos participando en arrancones clandestinos.

Autos, camionetas y motos reunieron a poco más de un centenar de personas tanto mayores como menores de edad y en su mayoría varones quienes supuestamente anunciaban a través de un altavoz el inicio de arrancones, por lo que la patrulla en rondín que se percató de los hechos solicitó apoyo.

Tras la solicitud, los uniformados comenzaron a pedirle a los presentes que se retiraran del lugar indicándoles a su vez que no se pueden realizar ese tipo de evento en la vía pública sin previa autorización, a lo que aparentemente, algunos de los asistentes comenzaron a acatar la orden.

No obstante, poco menos de una hora después, los elementos de seguridad municipal fueron alertados vía telefónica que sobre la carretera que conduce a la comunidad de El Peñón se hallaba un gran número de vehículos realizando arrancones.

Una vez en el sitio referido, los policías reportan también que los mismos vehículos y civiles se encontraban pidiendo apoyo de la Policía Estatal, sin embargo, esta no les dio respuesta. Por lo que los municipales procedieron, de nueva cuenta, a indicar la dispersión de los presentes.

Empero, entre los comentarios de los asistentes se rumoró que trasladarían el evento clandestino a la gasolinera ubicada en la comunidad de “La Cueva”, por lo que las patrullas, de igual modo, se trasladan al lugar en donde, en efecto, ya se encontraban vehículos reunidos y ahí, por lo que, otra vez, indicaron que se retiraran del sitio.

En esta ocasión, los reunidos se negaron a acatar la orden de los policías municipales e incluso se quedan ‘pillando llanta’, por lo que arriba el comandante en turno, Dagoberto, Rodríguez Ruiz y el policía estatal, Miguel Hernández, sin embargo, este último se retira del lugar sin brindar apoyo.

Pasada la medianoche los asistentes al clandestino evento se trasladan a una tienda de 24 horas de servicio en el Centro de Tlaxco, donde realizan arrancones y pillan llantas, sin que los efectivos puedan intervenir debido a que los presentes superan en número a los uniformados, quienes no tuvieron apoyo de la policía estatal.