Por José Luis Ahuactzin

Un vez más una autoridad jurisdiccional puso en su lugar a políticos que simulan democracia, transparencia y rendición de cuentas. Con la resolución del Tribunal Electoral del jueves por el que pierden el registro los partidos políticos Encuentro Social e Impacto Social Sí, quedó confirmado que La Garra, por ejemplo, se quedó como el perro de las dos tortas: sin partido y próximamente sin representación popular.

Más temprano que tarde salió a luz la mediocridad con la que se distinguen algunos levantadedos de la calle Allende, pese a sus negros resultados en lo legislativo presumen ser la Cuarta Transformación.

Lo cierto es que no faltará día en que se laven las manos de sus pifias y yerros cometidos cuando tenían el poder y hasta se digan víctimas del sistema, de los de la mafia del poder, lejos de asumir su irresponsabilidad.

Flaco favor le hizo quien dirige al desaparecido PEST a la próxima gobernadora constitucional, pues cuestionó lo que no debía poner en tela de duda y menos por esos 305 mil votos obtenidos el 6 de junio.

En verdad es aliado de la 4T porque su adhesión sólo fue mediática, de simulación, y que no le alcanza ni para exigir la administración de los wc del estadio Tlahuicole.

Y en eso de los derrotistas, en la CEDH poco a poco salen las corruptelas del copión, una a una, que en nada abonan a su tranquilidad y si mucho a su grueso expediente para que pise la cárcel.

Uno, un despacho poblano exhibió el rezago de quejas de 300 expedientes; dos, tenia exceso de personal; tres, personal no idóneo; cuatro, el OFS evidenció daño financiero que supera el millón de pesos; cinco, tenía congeladas recomendaciones por más de 3 años; seis, siete, ocho… Etc. Etc. Etc.

Todas estas anomalías reveladas en menos de un mes, fecha en la que lleva las riendas una nueva presidencia.