El reto educativo
29 de junio - 2021

Por Fernando Tamayo

Con la transición del gobierno, que a decir del mandatario saliente Marco Mena y la Gobernadora electa Lorena Cuéllar, será terso y transparente se plantea una encrucijada que deberá resolverse a la brevedad. El inicio del ciclo escolar programado para el 30 de agosto hace necesario definir el retorno presencial o no a las aulas.

En ese sentido el Gobierno saliente y entrante deberán trabajar desde ya, de manera coordinada y marcar el rumbo que seguirá la educación en el Estado, la problemática y solución no son poca cosa.

La primera circunstancia en tomarse en cuenta es evidente; garantizar la salud de maestros y alumnos, algo que pareciera simple pero no lo es. El estado que guarda la infraestructura física educativa en Tlaxcala es una interrogante, las condiciones salubres de las mismas son desconocidas y las experiencias vividas en otras latitudes como la CDMX han resultado desastrosas.

Y es que en la capital de la República bastaron dos semanas para dar marcha  atrás al plan de reincorporación presencial a las clases dado el rebrote de Covid-19 y el retorno a semáforo amarillo.

Por otro lado el diagnóstico del estado de las instalaciones debe ya estar en el escritorio tanto del Gobernador Mena como de la Gobernadora electa Lorena Cuéllar pues de eso depende conocer las necesidades económicas mínimas para estar en condiciones de reaperturar las aulas tras año y medio de pandemia y que cada una de las escuelas públicas de la Entidad cuente con lo básico para recibir al estudiantado ávido de tener clases presenciales seguras.

El reto no es menor y está en juego nada más ni nada menos que el futuro educativo de una generación que quedará marcada por esta pandemia y la brecha de conocimiento generada por un modelo a distancia que ha resultado un rotundo fracaso.

Así como ya lo dio a conocer nuestro compañero Edgardo Cabrera el día de ayer el inicio del proceso de entrega-recepción en el patronato de feria, de la misma manera debe considerarse el de la SEPE-USET pues el regreso o no a clases fundamentales resulta trascendental tanto para las familias que observan el estancamiento educativo de sus hijos así como la reactivación económica que el propio ciclo escolar presencial generaría en la Entidad. Esperemos que esa buena relación entre mandatarios permita hacer posible una decisión adecuada para todos. Al tiempo.

Desde la barrera

Y en eso del regreso a clases y el mejoramiento del sistema educativo con la validación de la corte para el uso lúdico de la marihuana deberá preverse por las autoridades de la Secretaría de Educación un esquema explicativo para las nuevas generaciones.

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