Prueba de fuego
25 de junio - 2021

Por José Luis Ahuactzin

Lorena Cuéllar Cisneros como próxima gobernadora de Tlaxcala, tendrá su primera prueba de fuego para tomar una decisión sobre el retorno a clases de forma presencial, o seguir aplazándolas por los contagios a Covid-19.

El 1 de septiembre asumirá funciones de manera constitucional, dos días antes iniciará el ciclo escolar 2021-2022, ¿Quién tomará la decisión, Marco Mena o Lorena Cuéllar?

Lo cierto es que Cuéllar Cisneros ya será la responsable de las riendas en Tlaxcala, y deberá analizarse bajo lupa dicho retorno o no, pues se tratará de vidas humanas y no de números ni estadísticas.

Pero si retornan a clases presenciales, otra decisión deberá tomar sobre las cuotas escolares, pues en el segundo debate organizado por el ITE, el 16 de mayo, en el marco de las campañas electorales, propuso que dichas cuotas tendrían que desaparecer, ya que ella no está de acuerdo, e inclusive dijo que aportará 6 millones de pesos para el programa ‘La Escuela es Nuestra’ que servirá para la rehabilitación de cada una de las poco más de 700 instituciones.

Así, la gobernadora de Tlaxcala llegará con un presupuesto gastado al 90 o 100 por ciento, pues sólo restarán 3 meses para cerrar el ejercicio fiscal 2020, y sólo tendría dinero para cubrir el pago de sueldos y aguinaldos.

Pero eso estaría solucionado con un préstamo millonario con cargo al presupuesto 2022, ya que al formar parte del gobierno federal accedería sin mayor complicación; o simple y sencillamente abrir el candado de endeudamiento a través de una reforma en la oficina de trámite de la calle Allende 31.

Una eventual modificación para que Tlaxcala pueda endeudarse, de manera inmediata y sin mayor complicación la tendría con una mayoría calificada hasta para reformar la Constitución local desde el Congreso de Tlaxcala.

Los próximos levantadedos no necesitarán de la minoría para agandallarse comisiones internas, áreas técnicas y direcciones, pues con los 8 diputados de Morena, más los 4 del PT, más los 2 del Nueva Alianza, 2 del PVEM, 1 de PEST, serán mayoría calificada y sin problema para aprobar reformas pues todos son alianza electoral.

Y de sumarse la diputada de Fuerza Por México, al final con simpatía o no al presidente de México Andrés Manuel López Obrador, sería un voto adicional que amarraría cualquier intento de albazo.

Pero ese voto le daría la posibilidad de negociar posiciones al interior del Congreso local y no sería raro que la esposa pagará la factura a su esposo y dirigente del partido político que la hizo diputada renunciando a la candidatura de último momento ante el ITE, y entonces se le vea salir y entrar de las oficinas del Poder Legislativo como primer damo a Luis Vargas.