Electorado ignorante
13 de mayo - 2021

Por Mauricio Hernández Olaiz

Estamos cerca del término de una fugaz campaña y algunos aspirantes apenas van comenzando. Vaya que la decisión del ITE de postergar el arranque de todos los candidatos a presidentes municipales y de comunidad ha complicado el proceso, pero sobre todo, confundido al electorado.

Y no quiero decir que lo del ITE haya sido incorrecto, aparentemente se basaron en la ley, pues todos los partidos incurrieron en omisiones documentales e incumplieron con las acciones afirmativas de paridad de género, diversidad sexual y juventudes. Claro, los institutos políticos no han querido reconocer sus omisiones y falta de trabajo en la creación de cuadros responsabilizando, a un de por sí, muy cuestionado árbitro.

Las campañas de por si no han prendido demasiado entre un bisoño electorado, que en sectores relevantes, tampoco muestra demasiado interés, lo cuál puede ser preocupante a la hora de llegar frente a la urna, pues más de uno descubrirá, en ese momento, a la mayoría de los contendientes.

Cuando México vive el proceso electoral más grande de su historia, muchos electores no dimensionan la importancia de su voto. Incluso algunos sectores conocen de oídas a las candidatas de las dos coaliciones, pero poco o nada saben de sus ofertas de gobierno. Peor aún, desconocen por completo al resto de las contendientes y por ende las propuestas más sólidas, congruentes y modernas que han vertido tanto Eréndira Jiménez como Viviana Barbosa. Una si ha reflejado un avance relevante en ciertas encuestas pero la otra no lo suficiente. Del Saga igualmente conocen muy poco.

Tantos años de malos gobiernos del PRIAN y la gran decepción causada por el mentiroso morena, han provocada una enorme indolencia en el actual proceso entre los votantes. Aunque algunos están conscientes de la importancia que reviste no permitir que el presidente siga contando con mayoría en la cámara de diputados, las escuálidas, típicas y aburridas campañas de la oposición no abonan a generar interés en la población.

Lejos de aprender algo de la dolorosa derrota del 2018, los partidos tradicionales no evolucionaron, mantuvieron su burdo estilo clásico, y peor aún, sus malas prácticas. Siguen siendo lo de siempre, por ello cada votante registrado se encuentra en una lamentable disyuntiva.

¿Por quién votar? Por la mafia del poder de antes que solo busca recuperar sus privilegios. Por la nueva mafia que lo único que ha hecho es quitarles los privilegios a los otros para usarlos ellos. Es triste, por ello entiendo un tanto la apatía, sin embargo es por demás relevante convertirnos en un electorado preparado, investigativo y comprometido.

Desde el arranque de la contienda señalé lo importante que era que la agenda en las campañas fuera impuesta por los ciudadanos, hasta ahora no se ha logrado, pero aunque queda poco tiempo es factible conseguirlo. Dependerá de cada uno armar el sistema democrático que queremos, o simplemente ver cómo nos lo siguen arrebatando.

Es tiempo de dejar de ser un votante ignorante. Si bien puede haber electores que no son muy listos, al decir ignorante no quiero decir tonto. Todos somos ignorantes de algo, generalmente de muchas cosas, pues no podemos ser expertos en todo. Y la actitud de la mayoría de los votantes en cualquier democracia es racional: es la actitud de ser racionalmente ignorante a la hora de votar.

El ciudadano siente, con razón, que hay una mínima probabilidad de que su voto individual haga la diferencia en el resultado final de una elección. Estar bien informado de las propuestas de los candidatos en cada uno de los temas de política pública cuesta tiempo y recursos que uno podría dedicar a otras cosas de la vida. Tiene más sentido invertir ese tiempo en alguna actividad sobre la cual el beneficio es mucho más alto y seguro. Aunque a la larga sea un contra sentido pues la ignorancia provoca que lleguen al poder personajes cuestionables, pero ¿Si la mayoría son así?

Por ello se vuelve relevante estar lo suficientemente informado, no quedarse solo con el “tradicional” Flyer o los discursos demagogos en las redes sociales de los candidatos.

Finalmente casi todos los aspirantes ya tuvieron responsabilidad pública. Hoy no es difícil revisar el pasado para construir el futuro, pero depende de cada uno de nosotros.  La alternativa a la democracia no es el autoritarismo.

Para ello hay que limitar el poder de los políticos y así reducir la importancia de la ignorancia de los votantes que mañana elegirán el tipo de país en el que vivirán. Es un compromiso que debemos hacer. No podemos, no debemos, estar por debajo de ellos.

@olaizmau

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