Por Edgardo Cabrera

Aún cuando tuvieron algo así como un par de semanas para registrar a sus candidatos a ayuntamientos y presidentes de comunidad, los partidos políticos dejaron hasta el último momento el procedimiento, agotaron el plazo y en ello se llevaron entre las patas a varios suspirantes.

Imagina 77 cajas tipo archivero entregadas minutos antes de las 23:59 horas, en ellas, algo así como 24 mil expedientes que incluyen su credencial del INE, carta de antecedentes no penales, acta de nacimiento y otros documentos originales más.

Varios institutos políticos no pudieron ingresar toda la documentación, por tanto no hubo registro, aún peor, algunos se pasaron de listos al meter expedientes incompletos con la promesa a los soñadores de que “más tarde serían subsanadas las deficiencias”.

En los hechos, esas carencias de los requisitos se traducirán en la negativa de dejarlos participar como candidatos.

Hasta el lunes el Instituto Tlaxcalteca de Elecciones llevaba poco más de la mitad del proceso de subir a su plataforma cada uno de los nombres de los precandidatos, se espera que este jueves concluyan con el procedimiento y entonces empezarán los dolores de cabeza para los partidos políticos, algunos por no reunir las cuotas de género, jóvenes, índigenas y comunidad de la diversidad sexual, otros, porque simple y sencillamente hicieron mal las cosas.

En tanto que sus adversarios alistarán las impugnaciones al revisar con lupa que más de uno de los partidos políticos y sus dirigencias no hicieron bien la tarea y colocaron hasta candidatos inelegibles. 

Por lo pronto ya hay algunos que empiezan a construir la narrativa para lavarse las manos frente a los suyos y de sus candidatas, o candidato a la gubernatura, el asunto será culpar al árbitro electoral y hasta a la “mafia del poder” de estar detrás de su torpeza. Al tiempo.

NADA NUEVO

En eso de repartir culpas, no hay que perder de vista lo que ocurre en la coalición Juntos Haremos Historia en Tlaxcala, algunos de sus estrategas, de esos que nunca aceptan sus errores y que sufren de síndrome de persecución, salieron con el cuento de que no hay piso parejo en la contienda. 

Acusan también que su rival de Unidos por Tlaxcala, Anabell Ávalos está ocultando sus gastos de campaña y que no han cumplido con la fiscalización.

Evidentemente olvidan que también son gobierno, en este caso federal, y efectivamente, empezando por el presidente López Obrador, la contienda se mira desigual cuando un día y al otro también el ejecutivo federal utiliza sus conferencia de prensa para atacar a la oposición y se ha pasado por el arco del triunfo los llamados del INE a respetar la ley.

También es cierto que algunos programas sociales y de salud, como el de la vacunación contra el Covid-19, se ha utilizado con fines electorales, basta ver la propaganda de Morena.

En lugar de intentar hacer la chamba de las autoridades electorales, o de crear conflictos donde no los hay, deberían ponerse a trabajar en su campaña, porque ya se les fue un mes y tendrán que dar un golpe de timón para recuperar el rumbo.

Algo es muy claro, esos mismos estrategas se confiaron de la ventaja que traían en las encuestas y no hicieron un ejercicio de prospectiva de sus adversarios que aprovecharon la deficiencia para escalar en posiciones.

DOBLE CACHUCHA

En eso de los saldos de la contienda, llamó la atención el alcalde priísta de Chiautempan durante el acto de toma de protesta de las estructuras territoriales de Anabell Ávalos el sábado en Apetatitlán.

Por la mañana y a nombre de los presidentes municipales habló Héctor Domínguez y refrendó su apoyo a la candidata a la gubernatura; por la tarde ya estaba en un convite con el aspirante a la alcaldía del municipio sarapero, el ecologista Efraín Flores.

Hablamos, entonces, que no habrá voto parejo en ese lugar, es más, también existe distanciamiento con la candidata a la diputación local, evidentemente eso es un auténtico chilaquil.