La Insoportable Bipolaridad de AMLO
7 de enero - 2021

Por Mauricio Hernández Olaiz

Cada vez se hace más preocupante el doble discurso, las contradicciones, la bipolaridad de ideas del presidente. Y es que igual que María Expropiación Petronila Lascuráin y Torquemada de Botija, mejor conocida como la Chimoltrufia, el ejecutivo como dice una cosa dice otra. Las mañaneras son el escenario del mayor número documentado de contradicciones de un mismo personaje público.

Y es que al iniciar el año el presidente López salió con la ocurrencia de ofrecer asilo político en México a Julian Assange creador de wikileaks. López ha elogiado las acciones de Assange, de quien dice, es un hombre valiente que evidenció, desnudó, a los sistemas políticos corruptos del mundo. El presidente ha ponderado, reiteradamente, la divulgación de los documentos secretos de wikileaks como una muestra de la importancia de la transparencia y la rendición de cuentas por parte de los gobiernos.

Pero es imposible dejar de cuestionar si el tabasqueño pensaría igual si en los wikileaks de Assange hubiesen aparecido los documentos, información, costos y proveedores de los segundos pisos de la capital de la república, mantenidos en reserva por órdenes de AMLO hasta el 2027. O tal vez la bitácora del vuelo que trajo a Evo Morales, que será secreta por 5 años más. Los recursos extras ya ejercidos en dos bocas y el tren maya tampoco estarán disponibles a la opinión pública hasta 2029.

Pero así como Assange es casi un super héroe valiente y comprometido para el presidente por revelar información útil para la opinión pública, periodistas como Brozo, Loret de Mola, Beatriz Pages, y otro puñado más, son enemigos de la transformación, mercenarios de la información y conservadores chayoteros. Todo lo anterior por hacer exactamente lo mismo que Don Julian, revelar información útil para la opinión pública.

AMLO dice que no quita el dedo del renglón sobre la transparencia, qué bueno, es importantísima, pero en la misma mañanera en la que encumbró a Assange descalificó al INAI, organismo autónomo del gobierno encargado de la transparencia y de nuestro derecho de acceso a la información. En un mismo día AMLO nos vuelve a mostrar, de cuerpo entero, la contradicción de sus ideas.

Tristemente esa bipolaridad es replicada por las hordas al servicio del presidente en redes sociales y medios afines. Los mismos que descalificaron, aniquilaron, vilipendiaron al gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, por ir a un restaurante sin cubre bocas a tomarse unos “whiskies” en plena pandemia, son exactamente los mismos que hoy defienden a Hugo López Gatell por irse de vacaciones a Zipolite y ser visto, también, sin cubre bocas en un restaurante.

El mensaje lo entiendo como que los adversarios no lo pueden hacer, nosotros sí. Lo mismo para la corrupción, el nepotismo, la opacidad, el tráfico de influencias. Si lo hacen los adversarios son la escoria de la nación, pero si lo hacen los “transformadores” son aportaciones, ajustes, noticias falsas, noticias fuera de contexto, estrategias electorales de los adversarios y miles de excusas.

De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental del Inegi, la percepción de corrupción durante el primer año de la administración de López Obrador creció 7.5 por ciento. Además la transparencia no ocupa los 20 primeros lugares de acciones emprendidas por el actual gobierno. Mientras el presidente asegura y presume en las mañaneras que la transparencia de su gobierno es total, el INAI reporta que casi el 80% de las dependencias del gobierno federal no cumple con las normas de transparencia y de acceso a la información, la oficina de la presidencia ocupa el tercer lugar de la lista de las de mayor opacidad del gobierno. ¿Será por eso que quiere acabar AMLO con el INAI?.

Por lo anterior es cada vez más preocupante, e insoportable la bipolaridad del presidente. Cuesta seguir a un personaje que, durante sus días de reflexión, de asueto por fin de año, su mayor preocupación, su más grande dilema que no le dejaba dormir bien, no haya sido la de planear una mejor estrategia para mejorar la salud, conseguir las medicinas para niños con cáncer, combatir la pandemia, mejorar la llegada de las vacunas contra el covid 19 o perfeccionar la educación, sino ¿qué hacer para conmemorar los 200 años del fin de la guerra de independencia el 27 de septiembre de 1821?.

Eso demuestra claramente que el primer mandatario se cree sus propias mentiras y vive conforme con su insoportable bipolaridad.

@olaizmau

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