ESQUIROLES AZULES
21 de diciembre - 2020

Por Edgardo Cabrera

En el Partido Acción Nacional las cosas están de cabeza, desde hace días en la cúpula estatal se fragua un perverso plan para reventar la coalición; empezaron a lanzar señales en el sentido de ir solos a la elección por la gubernatura, así como al resto de los puestos que están en juego, toda vez que algunos “grillos” les hicieron creer que solos podrían ser competitivos, incluso pintaron falsos panoramas al líder nacional Marko Cortés.

En su triste realidad, dicho partido solo está condenado al ridículo, si pretenden competir por su lado carecen de estructura y de recursos, la mayoría de sus alcaldes les darían la espalda a sus “líderes” ya que están a favor de la coalición porque ven en ella la única posibilidad de triunfo para sus respectivos proyectos. 

Solos no se meterían a una lucha entre el poderío de dos gobiernos: por un lado, el federal de Morena, y por el otro, el estatal del PRI.

Lo mismo ocurre con los ex aspirantes a la candidatura, por un lado, la diputada federal y ex candidata Adriana Dávila, quien ha estado lanzando continuos mensajes en el sentido de la fortaleza de una coalición para poder ser competitivos frente al partido oficial federal, pero ha sido ignorada; y por el otro Juan Carlos Sánchez, quien construyó su propia estructura y no tendría empacho en llevársela a otro lugar ante el desprecio de su partido.

CHILINDRINOS AZULES

Si bien meses atrás documentamos la relación del secretario general del PAN en Tlaxcala con la delegación del Bienestar que comandaba y sigue controlando Lorena Cuéllar, no es el único caso.

Desde el ayuntamiento de Santa Cruz Tlaxcala otros funcionarios también tienen intereses con la virtual candidata de Morena a la gubernatura y están incrustados en la cúpula estatal del albiazul.

Pocos lo saben, pero el jurídico del PAN estatal es hermano de Miguel Ángel Sanabria, alcalde que llegó por la vía “independiente”, pero con pasado priísta y ahora simpatizante del PEST (partido en el que milita Cuéllar).

Y que no vengan con cuentos polvorientos como ese de que “cada pariente es libre de sus filiás”, en los hechos Juan Ramón Sanabria no solo trae lazos familiares con su hermano presidente, sino también políticos, tan es así que uno de los miembros de la Comisión Permanente albiazul y presidente de la “comisión de vigilancia”, es nada menos que el secretario del ayuntamiento de Santa Cruz, Fernando Díaz de los Ángeles, quien por cierto quiere ser candidato.

Nos cuentan desde adentro del propio PAN que la familia Sanabria y el señor Díaz de los Ángeles trabajarían en el boicot de la coalición, no la quieren porque simple y sencillamente saben que, unidos con el PRI, PRD, PAC y PS, las posibilidades de triunfo de Cuéllar se nulifican.

Lo más interesante del caso es que parece que sí les hacen caso y por ello los tienen en el círculo de la toma de decisiones, tan es así que desde hace dos años que impusieron al jurídico hubo voces en contra, pero fueron ignoradas. Lo mismo ocurrió cuando en su momento se develó el doble juego político del secretario general, ahí sigue tan campante.

Es evidente que el lorenismo se incrustó dentro de Acción Nacional y están haciéndole el juego a su patrona, en tiempos de definiciones y donde les urge legitimarla como candidata ante la molestia y repudio que generó su imposición como candidata de Morena.

Por ello no es extraño que ahora en algunas encuestas pagadas se elimine a la candidata del PRI, Anabell Ávalos, y se coloque como adversaria solo a Minerva Hernández, a efecto de que sus cuentas alegres les cuadren.