7 de diciembre - 2020

Por Edgardo Cabrera
Morena concluyó el registro de los aspirantes a la candidatura al gobierno de Tlaxcala, fueron siete los registros y entre ellos aparecen completos desconocidos, oportunistas, políticos de carrera, empresarios y saltimbanquis.
Aunque el dirigente nacional del partido Mario Delgado presumió que son los “únicos” que tiene un proceso “ordenado, democrático, transparente y abierto”, la realidad es que, con un total de 150 registros en busca de ser abanderados para una de las 15 gubernaturas en disputa, queda claro que no existe unidad ni consenso en el partido oficial.
Pasaron de las tómbolas a las encuestas para escoger a sus candidatos, ambos métodos igual de cuestionados que los utilizados por los partidos que López Obrador llama de la “mafia del poder”: solamente el proceso es un parapeto para disfrazar el dedazo presidencial.
Ya lo vimos en la contienda para la dirigencia nacional, la línea apuntaba a Mario Delgado y se recurrió a la maña y marrullería para dejar fuera a Porfirio Muñoz Ledo, a quien las encuestas serias e independientes lo daban con amplia ventaja.
Lo mismo ocurrirá para palomear a los abanderados a la gubernatura, ni será el más popular, tampoco el que tenga el mejor proyecto, o aquel con el menor número de puntos negativos, simplemente el dedo apuntará a quién mejor sirva a los intereses y el proyecto presidencial, por lo que su proceso será una mera simulación.
5-2
Para el caso de Tlaxcala fueron cinco mujeres y dos varones los que se inscribieron, por cierto, durante el registro realizado el sábado quedó en evidencia lo que ocurrirá en el proceso electoral: la nula atención a las medidas de sanidad ante la pandemia por el Covid-19, a todos les valió madre, no hubo sana distancia, los acarreados estuvieran a la orden del día y quedó claro que la ambición por el poder es más grande que la salud de los demás.
Acudieron los desconocidos Sandra Domínguez Ángel, quien dijo ser representante del denominado «pacto desde abajo»; y Rafael Minor Molina, quien tiene el único mérito de ser hijo del extinto político Rafael Minor Franco.
También fue Parménides Ortiz Cano, el activista autonombrado “subcomandante referéndum”, seguramente con mayor conocimiento popular que los dos anteriores, aunque se ignora si milita en Morena.
Pero sin duda quienes acapararon la atención fueron las punteras en las encuestas locales y nacionales que se han levantado a la fecha, empezando por la ex priísta, ex perredista, ex petista, diputada federal con licencia del PES y ahora neomorena, Lorena Cuéllar Cisneros.
La también ex funcionaria debió hacer fila como todos los demás, no tuvo derecho de picaporte como la presumían sus corifeos, lo que evidencia que tampoco tiene en su bolsa la candidatura como también ella lo asume en sus videos.
También confirmó su intención la senadora Ana Lilia Rivera Rivera, fundadora de Morena en Tlaxcala, de las pocas aspirantes que puede presumir un pasado forjado en la izquierda, y cuyo discurso evidencia los principios de López Obrador, pero también su congruencia entre el decir y hacer, no la persigue un pasado saltimbanqui ni chapulinesco.
Pero quien llamó la atención de la prensa nacional fue la empresaria de Huamantla, Dulce Silva Hernández. Previo a su registro la solicitud de entrevistas se multiplicó, evidenciando que no solo trae estrategia local, sino que cuenta con operadores nacionales (empezando por su marido César Yañez) que sabe operar mediática y políticamente.
Contrario a otros perfiles políticos, la huamantleca viene disfrutando el proceso, no se ve presionada, y por el contrario, en medio año logró posicionarse, algo que a otras, como Lorena Cuéllar, le ha tomado más de una década, quizá por ello las amenazas de muerte y espionaje político que recientemente denunció.
De acuerdo con la convocatoria morenista, la Comisión Nacional de Elecciones dará a conocer a más tardar el 30 de enero los resultados de procedencia de los registros, y podrá aprobar un máximo de cuatro, para tener listo a su candidato o candidata listos en los primeros días de febrero.
No obstante, ante la suscripción de alianzas con otros partidos, dicho plazo podría no agotarse, incluso ya hay quienes hablan que a más tardar el 15 de diciembre existirá la designación del abanderado.
