3 de diciembre - 2020
Lorena es esperanza del priismo más rancio y de los capitales huachicoleros de Moreno Valle
Por Ricardo Hernández
Vemos a una diputada Lorena (PES) desesperada, rebelde a la convocatoria para el registro de Aspirantes de Morena, aludiendo a López Obrador como su tabla salvavidas, con tanto votox que sus ojos sufren para estar abiertos.
En pocas palabras no disfruta este momento tan especial porque: el morenovallismo incrustado en su equipo la avasalla. Porque la clase política más rancia de Tlaxcala la acota y tal vez porque los años no pasan en balde.
Lorena tiende a ser la candidata del Sistema, viejo, obsoleto, retrógrado. Poco tiene de autentica mujer de Izquierda. Al contrario, nieta como lo es de Joaquín, secretario del represor Gustavo Díaz Ordaz, es en realidad la apuesta de una ultraderecha que incluye lo más sucio del PRI y la potente carga huachicolera del extinto mandatario panista poblano.
Ha sabido explotar el sentimiento de los pobres. Los limosnea. Si puede, dicen, los despoja de su comida. Mucho les promete, pero no cumple. Hay acusaciones muy serias de robo a las becas de Jóvenes Construyendo el Futuro. ¿por qué se comporta así, quién sabe, tal vez le viene de una cepa azarosa?
No tiene la jovialidad de cuando diputada local y luego alcaldesa. Los años se encargaron de un visible enjutamiento, en todo, menos en asuntos de peculio. Uno sencillamente no cree que le dispute el dinero a su misma sangre, como lo hace con sus sobrinas pero, es su naturaleza humana, la que le hace dar a varios el mismo cargo, y luego encoger los hombros viéndonos pelear.
Como a todo contrato, hay que buscarle con lupa vicios ocultos y cláusulas leoninas, propias de quienes se cimentan en las mentiras.
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