MALAS NUEVAS
2 de diciembre - 2020

Por Edgardo Cabrera

Tras el nuevo revés que propinó la Suprema Corte de Justicia de la Nación al Congreso de Tlaxcala, los lineamientos de paridad aprobados por el ITE están condenados al cesto de la basura, trasciende que las impugnaciones de los partidos serán desechadas, pero también, el acuerdo del organismo electoral local.

La resolución de la SCJN le cayó como anillo al dedo a los partidos, pero también al Tribunal Electoral de Tlaxcala. No necesitarán entrar al fondo del asunto porque, simple y sencillamente, las reformas legislativas son improcedentes.

Hablamos que todo regresa al estado que estuvo en las dos elecciones locales anteriores: la distribución de candidaturas entre hombres y mujeres será 50-50, pero no aplicarán los criterios pretendidos en cuanto a la división por bloques y obligando a los institutos políticos a priorizar para un solo género algún distrito o municipio altamente rentable en materia electoral, como pretendían los consejeros.

Por ello no es extraño que la construcción de alianzas recobrara nuevos bríos, sabían entre los partidos políticos desde el jueves que la Suprema Corte tenía listo el proyecto y que venía en el sentido de tirar la reforma electoral que hicieron los diputados tlaxcaltecas al vapor y con graves errores en el procedimiento.

Ahora el ITE deberá aprobar nuevos lineamientos, deberán ser similares a las elecciones del 2018 y 2016. De pretender aplicar criterios como los del pasado 30 de octubre se enfrentarán a una lluvia de impugnaciones, dado que esas reglas estaban inspiradas en las reformas invalidadas por la Corte.

Y todos estos cambios, cuando ya estamos en franca ruta para la renovación de la gubernatura, ayuntamientos y presidentes de comunidad, son obra y gracia de los diputados locales que buscan ser protagonistas en 2021, sin embargo, no hay que perder de vista que algunos se quedarán con las ganas de la reelección, precisamente porque los cambios que hicieron a modo ya no les aplicarán.

MIÉRCOLES DECISIVO

Se prevé que este miércoles el Senado de la República nombre a los magistrados electorales que sustituirán a los de plazo cumplido en los estados.

Para el caso de Tlaxcala, Luis Manuel Muñoz Cuahutle se juega su ratificación en el cargo, sin embargo, hay fuertes presiones entre los legisladores ya que dentro de Morena tienen la intención de colocar a una mujer.

Fueron 17 los inscritos en el proceso abierto por los senadores y las entrevistas realizadas el pasado 25 de noviembre a los candidatos son meramente testimoniales y para cumplir con los requisitos establecidos en la convocatoria, tan es así, que solamente les obsequiaron 5 minutos para que mediante una sesión a distancia expusieran “su especialización e idoneidad para ocupar el cargo de magistrado o magistrada electoral local.

(Aquí el nombre y los antecedentes de los aspirantes)

Lo realmente interesante y decisivo es el cabildeo político que no ha parado, para el caso de Tlaxcala llama la atención el interés del senador Ricardo Monreal, vía uno de sus más cercanos colaboradores, el ex procurador Eduardo Medel, así como de la senadora Ana Lilia Rivera, integrante de la comisión encargada de entrevistar a los aspirantes tlaxcaltecas.

Todo parece indicar que Morena quiere esa posición, misma que traía el PAN con Muñoz Cuahutle, ya veremos este miércoles hacía donde se inclina finalmente la balanza, o bien, si agotan el plazo del 10 de diciembre para nombrar al nuevo magistrado o magistrada, algo que francamente dudo.

LOS PRONÓSTICOS SE CUMPLIERON

PAN, PRI, PRD, PAC y PS  decidieron construir una gran coalición de cara al proceso electoral en curso.

Las dirigencias de estas fuerzas políticas acordaron integrar la Coalición “Unidos por Tlaxcala”, dijeron que se busca alejar a la entidad de las prácticas centralistas y autoritarias, como ocurre a nivel federal.

Como lo externaron los líderes de los partidos, el futuro y bienestar de las familias de Tlaxcala está en juego, y es en serio.

A nivel nacional, la situación económica y de salud va de mal en peor. Se apuesta por las energías contaminantes y por obras faraónicas, y la inseguridad está en un punto muy delicado.

Muchos tlaxcaltecas no quieren que eso se replique en la entidad, y por ello los partidos que han decidido ir en alianza han tomado enserio la necesidad de sumar e impedir que el avance de Tlaxcala se pierda. 

La realidad es que en Morena, además de las divisiones, pulula la improvisación y la incapacidad. Y para ello basta ver a sus aspirantes a las candidaturas.

En un contexto nacional de polarización y deterioro social, Tlaxcala necesita a los tlaxcaltecas unidos, y por ahí va el sentido de la coalición, al menos así lo presumieron.