Por José Luis Ahuactzin

A dos días para que inicie el proceso electoral en Tlaxcala, el próximo domingo, los movimientos políticos están al por mayor sea la trinchera que sea.

Por ejemplo, en el partido Movimiento Ciudadano, nos cuentan, andan en la búsqueda de candidatos a diputaciones y presidencias municipales -pero no cualquier candidato- sus estándares están entre empresarios reconocidos en su región, competitividad por su reconocimiento social, y su afinidad al grupo del ex candidato a gobernador Edilberto Algredo, como es el caso del oriundo de Ixtacuixtla, Jorge Ramírez.

A la fecha tiene aspirantes en Ixtacuixtla y San Pablo del Monte a las presidencias municipales, así como diputación en el Distrito 15, por ejemplo.

Incluso, lo que para el MC era una contienda electoral sin alianzas, su Comité Ejecutivo Nacional abrió la puerta a las coaliciones, pero solo en las presidencias municipales.

Y en eso de las definiciones, el Partido del Trabajo, quien se podría coaligar con Morena, ya tiene manos en algunas posiciones, por ejemplo, en el Distrito Electoral 7, Tlaxcala, y su representante seria para la regidora Gabriela Brito.

Además, la candidatura para la alcaldía de Tlaxco sería para la diputada Michaelle Brito Vázquez, quien pedirá licencia en próximos días.

En estos cambios, también se supo que quien podría pedir licencia al cargo sería la coordinadora de la bancada del PRD, Laura Yamili Flores Lozano, quien contenderá por la presidencia municipal de Benito Juárez.

Quién también dio la sorpresa fue el presidente municipal de Chiautempan, Héctor Domínguez Rugerio, ya que levantó la mano para contender por el Distrito Electoral 9, La Magdalena y Chiautempan, por el PRI.

Dentro de estos movimientos, nos cuentan que el hijo de Martha Palafox, Horacio, será impulsando en el MC para la presidencia municipal de Tlaxcala, y fue la misma ex candidata a la gubernatura quien asistió a la reunión de ‘cuadros políticos’ nada más y nada menos que a mostrar fuerza política para su vástago.

A punto de desnudo

En otros temas, pero relacionado con la política y sus excesos u omisiones, el alcalde de San Pablo del Monte estuvo a punto de ser encuerado en plena vía pública por su inactividad y hartazgo ante sus gobernados.

Días antes a que se dieran dos linchamientos, uno que terminó con la vida de un presunto delincuente, hace cuatro días, el alcalde de esta demarcación había sido encarado por pobladores por temas de inseguridad, entre otros.

Pese a la molestia y nula respuesta del edil y su equipo de trabajo ante las demandas sociales, fue obligado a salir a la calle y ‘paseado’ por la vía pública para exhibirlo y punto de desnudarlo por su falta de resultados, pero no pasó a mayores y solo quedó para la anécdota.

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