CARROÑEROS E HIPÓCRITAS
26 de octubre - 2020

Por Edgardo Cabrera

La muerte del senador Joel Molina Ramírez, aspirante a la gubernatura de Tlaxcala, tomó por sorpresa a la clase política, tanto local, como nacional, y puso en evidencia a decenas de carroñeros e hipócritas que lanzaron condolencias el sábado, fingiendo amnesia de la campaña negra y el golpeteo que traían en su contra.

Su deceso, a causa del Covid-19, es un cruel llamado de atención de cara a las elecciones del 2021, pero también, a las pugnas políticas nacionales que, con tal de asestar golpes a los adversarios, descuidan la salud de los suyos.

Tras el deceso corrieron las hipotesis de los improvisados Sherlock Holmes, o aprovecharon también para sacar raja política, por ejemplo, en twitter, donde se convirtió en tendencia nacional la noticia, algunos como el priísta senador Manuel Añorve responsabilizó a la Secretaría de Salud federal por autorizar la sesión donde se discutió la extinción de los fideicomisos y donde estuvo presente precisamente Joel Molina, dejando entrever el riesgo de contagio por Covid-19.

Otros en redes sociales atribuyeron el contagio a su intensa agenda de actividades que tenía en el estado, una de las últimas en Huamantla con el suspirante a la alcaldía Alfonso Sánchez Manzanilla.

Y en eso de las esquelas, la actitud hipócrita de algunos lorenistas no faltó, quienes presumieron una supuesta “amistad”, cuando en los hechos le propinaban constantes golpes bajos, incluso tratando de arrebatarle la dirigencia estatal de Morena.

No solo eso, el sábado en el homenaje luctuoso encabezado por el coordinador de los senadores morenistas, Ricardo Monreal, no faltaron los arranques de protaganismo de su lideresa quien reclamó a los molinistas no ser “invitada” ya que a su arribo, la guardia de honor tenía minutos de haber concluido.

CABALLERO

En lo personal, reconozco en Joel Molina un caballero, más allá de las diferencias políticas e ideológicas siempre estuvo abierto a responder preguntas, nunca le rehuyó a los cuestionamientos y fue tolerante a la crítica.

En plena pandemia tuve oportunidad de realizarle varias entrevistas la última el 2 de octubre en Elección y Pandemia donde dejó en claro que no habría cambios en la dirigencia estatal en tanto no se resolviera la pugna nacional.

Y precisamente la partida del senador agitará las aguas al interior del partido en el estado, el mismo sábado los lorenistas ya estaban en pleno jaloneo para colocar sustituto al frente de la dirigencia nacional, mientras que en el senado de la república debatían el regreso de José Antonio Álvarez Lima a la curul.

En tanto que los molinistas se aprestan a cerrar filas y ceder el liderazgo que quedó vacante a una figura, o figuras representantivas del propio partido, no olvidemos que quienes arropaban al senador eran precisamente Álvarez Lima y el hijo de López Obrador, Gonzalo.

LUTO TAMBIÉN EN EL PRI

Sin aún digerir la muerte del líder estatal de Morena, el domingo muy temprano se dio a conocer el fallecimiento del ex alcalde capitalino Benito Hernández Fernández.

Encabezó la presidencia de Tlaxcala entre el 2005 y 2008, y desde hace 5 años luchaba intensamente contra la insuficiencia renal.

Hernández Fernández mantuvo siempre su militancia en el Revolucionario Institucional y dentro de la administración pública laboró en el Cobat y Conafe, y en su última responsabilidad pública estuvo a cargo de la dirección de Participación Ciudadana y Prevención del Delito del CCSP.