¿Estará loco?
24 de septiembre - 2020

Por Mauricio Hernández

El PAN pone de nuevo en duda la salud mental del presidente. No sabemos si lo hacen por una lógica y verdadera preocupación por el destino de la nación o simplemente  como mera estrategia electoral. Aunque evidencias de cierto desequilibrio, debemos reconocer, si tiene el líder del ejecutivo.

No es la primera vez, y seguramente no será la última, que se pone en duda la capacidad mental, intelectual, sentimental del primer mandatario. En noviembre del 18, Fernández de Cevallos, cuestionó la salud mental de López Obrador por sus tendencias claras a la mentira y por las profundas contradicciones en sus dichos y acciones. En enero de este año la salud mental de López volvió a la mesa de debate entre varios especialistas, incluso algunos solicitaron, vía transparencia, que se le hiciera un profundo estudio. 

Obviamente dicho estudio jamás se llevó a cabo, incluso fue motivo para que AMLO hiciera burla del tema en su mañanera. Medio año más tarde, desde Francia, el Psicólogo y Científico Gerard Simonelli hacía una reflexión sobre el estado mental de López Obrador, desde su juicio, el Presidente presenta muchas características que muestran los enfermos mentales por demencia senil; el artículo del diario «Le Monde» le dio la vuelta al mundo, aunque en México tuvo poco impacto, pues los problemas del país son mucho más grandes y la atención de los medios se centró en la rifa del avión; a criterio de muchos, fue una estrategia para que la gente dejara de hablar de la poca cordura del Presidente, aunque rifar un avión, no era precisamente la mejor alternativa.

Comportamiento errático, la imposibilidad de mantener un diálogo congruente con sus acciones, equivocaciones políticas constantes a las que ha tenido que hacer frente Marcelo Ebrard y un comportamiento irresponsable en medio de la peor crisis sanitaria y económica que México ha vivido en toda su historia, son solamente algunos de los factores por los que el Presidente Obrador no solamente está cayendo de forma estrepitosa en sus niveles de aceptación, sino que además, son razones por las que la bancada del PAN en el congreso ha solicitado un estudio para comprobar la plenitud de sus facultades mentales.

Pero esta vez los panistas, no solo solicitan de buena fe a presidencia la comprobación de la cordura del primer mandatario, esta vez lo quieren llevar al terreno legal. En un documento inscrito en la Gaceta Parlamentaria, la totalidad de la bancada panista propone modificaciones a los artículos 6, 69 y 82 de la Constitución para que, primero, quede exenta de una protección o reservas de ley el estado de salud mental del Presidente de la República, los secretarios, subsecretarios de Estado y del fiscal General de la República, pues es información de interés público.

También pretenden modificar el artículo 69 constitucional para que además de que cada 1 de septiembre, el titular del Ejecutivo presente su Informe de gobierno, también presente un informe clínico actualizado en versión pública donde se haga constar de su buena salud mental. Además para modificar el artículo 82 busca que para ser Presidente de la República se requiera tener un buen estado de salud mental, que deberá acreditarse con los estudios clínicos y dictámenes médicos de conformidad con las normas aplicables y la ley en la materia, así como hacerse públicos noventa días antes del día de la elección.

Pero luego de la participación del presidente mexicano en la asamblea general de naciones unidas el pasado martes, no solo adversarios políticos nacionales han puesto en duda la estabilidad mental de Andrés Manuel. Varios jefes de estado de todo el mundo mostraron su preocupación, luego de que en su intervención, el de Macuspana manifestara con profundo orgullo y admiración que Benito Mussolini debía su nombre a Benito Juárez. Incluso el trato al dictador fascista italiano por parte de López Obrador por momentos se sintió de prócer y no de un asesino.

Según datos de transparencia se han entregado cerca de 11 solicitudes de información a distintas dependencias federales en las que se les requirió el expediente clínico, la valoración médica y resultados de las pruebas físicas realizadas al presidente López Obrador, mismas que no se han entregado por considerarse información confidencial ya que argumentan son datos personales, en otros casos se ha declarado como información inexistente. Incluso no se han querido transparentar las 3 pruebas clínicas hechas al ejecutivo para saber si era portador del coronavirus.

El gobierno que prometió absoluta transparencia considera los expedientes médicos y mentales del presidente un asunto clasificado de seguridad nacional.

¿Está Loco López Obrador? Muchos dirán que sí, otro tanto dirá que no, la realidad es que ciertas acciones y actitudes, no se puede negar, rebasan los límites de la cordura y la razón, van más allá de una simple defensa político – electoral y ponen en entredicho el razonamiento en los proyectos futuros de la nación.

Lo que es cierto es que la incongruencia es el sello distintivo de la cuarta transformación.

@olaizmau

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