Nula acción, pésima reacción
17 de septiembre - 2020

Por Mauricio Hernández Olaiz

Hace unos días un importante contingente de colectivos y grupos feministas, protestaron frente a las instalaciones de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, en demanda de justicia y el esclarecimiento del feminicidio de Amalia N., ocurrido la semana pasada en Huamantla.

No extraña que el presidente del pasivo organismo, Víctor Manuel Cid del Prado Pineda, mejor pusiera pies en polvorosa y no atendiera las demandas del grupo de mujeres. La omisión constante y evidente de la CEDH, insisto no sorprende, sorpresa hubiera sido que diera la cara.

Pero la pésima acción del ombudsperson al requerimiento de los colectivos feministas, fue solo superada por su posterior reacción, un escueto, lapidario boletín en el cuál, lejos de dar una opción de acompañamiento, manifestó su enfado por las pintas a la fachada de la comisión y la invitación a la civilidad ¡WTF!.

Pero si eso no era suficiente, posteriormente dieron a conocer otro patético comunicado en donde la máxima aquella que reza que “una imagen dice más que mil palabras”, queda como anillo al dedo, sin duda desnuda de cuerpo entero al sombrío titular. Una imagen que evidencia su exacerbado ego, su instinto de superioridad y su evidente machismo. Una imagen que lejos de proyectar empatía con el feminicidio de Amalia N. o bien con las demandas feministas, les envía un mensaje de reto y confrontación.

Así Cid Del Prado luce en la penosa gráfica que acompañaba al segundo comunicado en pose de villano de novela, atrás de él, todo el personal femenino del organismo con la mano alzada en apoyo a su nefasto líder. Un reto autentico a la sororidad.

¿Quién o quiénes fueron los responsables de semejante gráfica que refleja la realidad de la peor comisión estatal de derechos humanos en toda la historia? No sabemos si agradecerles por la monumental evidencia o reprocharles el insulto atroz a la inteligencia.

Peor salió la reacción que buscaba justificar la cobardía de un titular que ha dejado de lado y sin preocupación la lucha por los derechos humanos en el estado. Casos hay de sobra, documentados, informados de atentados evidentes contra los derechos humanos en Tlaxcala ante la indiferencia de Cid Del Prado, que rigurosamente cobra su mensualidad por su ominoso desempeño.

No conforme con cargar el estigma de “copión”, porque seguramente amigo lector usted recordara que lo sorprendieron en esa práctica  durante su examen al cargo público cuando intentó ser integrante del Instituto de Acceso a la Información Pública, algo que evidenció el entonces diputado Lincoln Rodríguez.

 Pero además este personaje ha sido señalado por corrupto en el manejo del Presupuesto Público, además de farsante al incumplir su compromiso de pagar el laudo a extrabajadora del organismo, quien ganó su juicio laboral, a quien solo ha traído a las vueltas, lavándose las manos y excusándose con mentiras.

No estaría de más, en serio que el órgano de fiscalización realizara una auditoría al organismo, seguro saldrían una buena cantidad de víboras prietas, chinches y tepocatas. Pero espedirle peras al olmo.

@olaizmau