ATENTOS
11 de septiembre - 2020

Por Edgardo Cabrera

En eso de leer no solo lo local, los suspirantes a la gubernatura y sus promotores no deberían perder de vista la competencia por la dirigencia nacional de Morena.

Al igual que en Tlaxcala, algunos daban por hecho la llegada del diputado federal Mario Delgado a la presidencia del partido oficial, cierto, encabezaba las encuestas, pero eso cambió de la noche a la mañana.

La inscripción del diputado Porfirio Muñoz Ledo a la lista de aspirantes movió las cosas, basta revisar algunos sondeos de arranque, como el que presentó el miércoles Sergio Gómez en su noticiario de Milenio, donde los cibernautas colocaron en primer lugar al experimentado legislador.

El nivel de conocimiento popular del político es alto, de cerca de 63 por ciento, Mario Delgado está en 15.6, y no es extraño, a Muñoz Ledo lo mismo lo ubican en el círculo rojo que en el imaginario colectivo. Ya fue líder nacional del PRI, luego del PRD y con Morena cerraría su ciclo, así lo ha declarado.

A diferencia del resto de los aspirante a la dirigencia, Porfirio ya no aspira a más, los otros utilizarán el puesto para impulsarse a la presidencia de la República.

Y en todo esto, ya también están metidos los aspirantes a la gubernatura, por ejemplo, Dulce Silva va con Porfirio, en tanto que los senadores Joel Molina y Ana Lilia Rivera, están con Mario Delgado. 

Para nadie es desconocido que Lorena Cuéllar le apuesta a Yeidckol Polevnsky.

A colación, 105 militantes se registraron en la contienda interna, 51 a la presidencia y 54 a la secretaría, aunque no todos serán incluidos en la encuesta nacional que aplicará el INE, como parte del proceso el instituto aplicará un primer filtro para incluir en el estudio a los que realmente son conocidos, y con ello eliminar a unos que se metieron solo para ver qué sacan, como el tlaxcalteca Joel Flores Bonilla.

LUCECITA MORENA

En eso de la rapiña política, llama la atención el caso de la diputada local Luz Vera quien se aventó la puntada de declarar que está interesada en ser la dirigente de Morena en Tlaxcala.

Sin contar su pobre desempeño legislativo (basta revisar la impugnada ley de educación aprobada en condiciones ilegales), su tarea política deja mucho que desear dentro del Partido Encuentro Social, al que pertenece y al cual debe la curul.

La diputada solapó todas las triquiñuelas de su correligionario José Luis Garrido, para mantenerse como dirigente del PEST, recordemos el vergonzoso proceso interno que una y otra vez fue anulado por el TET y el TEPJF por una serie de irregularidades denunciadas.

Pese a lo anterior, levantó la mano para dirigir otro partido político y lo hace, evidentemente, para atraer reflectores y meter ruido, quizá porque quiere ser candidata a la alcaldía de Calpulalpan mediante una coalición, o para quedar bien con la señora que trabaja incansablemente en su Bienestar, o simplemente porque ya perdió noción de la realidad.

Como sea, antes de ver hacía afuera, doña Luz debe examinar lo que ocurre en el Congreso, donde también ha solapado la improductividad y el uso de recursos públicos para crear un fondo de promoción personal, pero también lo que pasa en su partido, el PEST, que está condenado a la derrota electoral por las ambiciones personales de quienes hoy se sirven de él. 

EL CHISTE SE CUENTA SOLO

En cuanto a las ocurrencias, en el PAN plantearon esta semana un “debate” con Morena, ¿para qué?, pues realmente para perder el tiempo y atraer reflectores.

Como doña Luz, antes de ver hacía afuera, primero deben ver lo que está pasando en su interior.

Para que les quede claro, la principal tribuna para debatir en Tlaxcala no está frente a Palacio de Gobierno, sino en el Congreso del estado, ahí tienen dos representantes que le han rehuído en poco más de dos años al debate intenso, duro y con argumentos a la bancada Morena.

Por el contrario, personajes como Milton, son comparsas del Movimiento de Regeneración Nacional, doblaron las manos y se pusieron de tapetes a cambio de algunas canonjías, cuáles: el fondo moches por ejemplo, la presidencia de la Mesa Directiva (un ejemplo más), o la coordinación de la fracción parlamentaria para integrarse a la JCCP, todo pactado con el PAN estatal.