Por Fernando Tamayo

Como sucede cada periodo previo a una contienda electoral, en el Congreso Estatal se plantean una serie de modificaciones a las normas en dicha materia, en el caso de la actual legislatura el deseo de reforma no es la excepción.

Dentro de las “ocurrencias” para reformar la Constitución local resalta sin duda aquella que tiene que ver con aumentar de nueva cuenta el número de diputados, presentada por algunos representantes de partido en la Entidad, quienes no solo pretenden incrementar la representación legislativa sino además aquella que es proporcional, es decir, buscan aumentar el número de Diputados Plurinominales. 

Lo anterior a todas luces parece una ocurrencia y evidencia la desesperación de la oposición por acceder al poder frente a la amplia ventaja que tiene MORENA al día de hoy en las preferencias electorales. Lamentablemente la idea no tiene sustento y lejos de pretender mejorar el sistema de pesos y contrapesos se opone abiertamente al adelgazamiento parlamentario que hoy se busca en toda democracia moderna.

Hoy resulta claro que todas las fórmulas que han pretendido mejorar el sistema representativo han fallado, sin embargo, no por el modelo o el diseño de las reformas anteriores, sino porque el sistema político mexicano y por ende tlaxcalteca sufre de un problema de raíz. La clase política que se rehúsa a modificar el status quo. 

Las muestras resultan claras. Pese a que esta legislatura se esgrimió como aquella que iba a hacer historia como la mejor, sustentándose en los principios pregonados por el Presidente AMLO de no robar, no mentir y no traicionar, la realidad dio al traste con lo por los propios legisladores planteado.

Los resultados son funestos, las disputas, los excesos, la opacidad y la falta de interés de los asuntos públicos es la característica predominante en la mayoría de los representantes populares, particularmente, los de MORENA.

La modificación de la norma no es un requisito sine quam non para que se mejore la realidad de los Congresos o sus resultados, radica fundamentalmente en la buena elección de candidatos y el otorgamiento de un voto razonado por la ciudadana, todos los demás intentos de mejora no serán más que ocurrencias tendientes a justificar la labor parlamentaria. Mientras no exista un cambio de fondo en la forma de hacer política y de servir al pueblo, no habrá reforma alguna que logre los cometidos planteados en el sistema democrático nacional. Al tiempo.

Desde la barrera 

Se anunció por parte de las autoridades nacionales en materia educativa el inicio del ciclo escolar en un nuevo modelo a distancia a través de clases “virtuales” mediante la colaboración de los medios de comunicación televisiva más importantes. El resultado de este modelo no lo sabremos hasta su evaluación correspondiente, lo cierto es que la modificación del sistema educativo nacional cae “como anillo al dedo” de quienes buscan mantener el sometimiento social a través de la ignorancia.