Por Edgardo Cabrera

Evidentemente el PAN le apuesta a las alianzas para el 2021, paradójicamente, parece que no con el PRD, ni con el PRI, sino con Morena.

Basta revisar lo que ocurre en la dirigencia estatal donde la esposa del secretario general, Miguel Ángel Polvo es funcionaria en la delegación federal del Bienestar en Tlaxcala.

Pese a conocer que la señora, quien también se presume panista, fue contratada en marzo del año pasado, nadie en el Comité dijo nada, por el contrario, callaron como momias, aún cuando a nivel nacional este partido es férreo crítico a todo lo que suene y haga la 4T.

No olvidemos que el vínculo entre Polvo y la súper delegada Lorena Cuéllar no es nuevo, en su tiempo de alcalde de Tlaltelulco el también morenovallista impulsó abiertamente las aspiraciones de la entonces perredista y pugnaba con una alianza con el Sol Azteca. Ya en campaña, nunca apoyó a la candidata albiazul, Adriana Dávila.

Ahora entendemos porqué desde Acción Nacional se hacen de la vista gorda de todas las presuntas anomalías denunciadas en la delegación, desde el presunto desvío de recursos para campañas -como lo denunció en su momento la senadora morenista Ana Lilia Rivera-, hasta los despidos injustificados.

Ya no hablemos de lo que ocurre en el Congreso, donde la crítica a la bancada mayoritaria de Morena es tímida -cuando llega-, y ahora hasta aliados son, vía su coordinador parlamentario.

Por si fuera poco, mientras uno juega con Lorena, nos dicen que hay otro bloque desde la propia dirigencia que le apuesta al senador Joel Molina… ver, para creer.

PÉSIMAS NOTICIAS

Pésimas noticias recibieron esta semana los diputados locales, como consecuencia de la crisis económica derivada de la pandemia por el coronavirus SARS-CoV-2 (Covid-19), la caída de los ingresos provenientes de participaciones federales e incentivos económicos, entre ellos el Fondo de Estabilización, se desplomaron 5.40 por ciento.

En pesos y centavos, hablamos que Tlaxcala dejó de percibir 247.3 millones de pesos que se tenían considerados en el presupuesto de egresos y, con ello, se anuncian recortes a los tres poderes del gobierno del estado.

De acuerdo con el proyecto de decreto enviado por el Ejecutivo el martes pasado, el ajuste previsto por la Secretaría de Finanzas para el segundo trimestre del año viene en sentido negativo, hablados de ajustes a la baja por 285.6 mdp.

En la iniciativa entregada al Congreso local, se proyecta una disminución en las participaciones del Legislativo por el orden de 11.6 mdp, al Judical 13 mdp menos, y en el caso del Ejecutivo la caída ronda los 260.9 millones de pesos.

Eso significará apretarse el cinturón, sacrificar el gasto y frenar algunos proyectos, ya veremos si la tijera les aplica. Para el caso de los diputados, en el Fondo Moches, o sus 100 mil de gestión mensual asignados a cada uno. 

En el mismo análisis de la situación económica del estado, el Ejecutivo revela que en el segundo trimestre los ingresos locales apenas crecieron 0.72%, es decir, nada.

Al desolador panorama estatal, se suma el balance económico que dio a conocer el INEGI, mismo que revela una caída histórica en la economía del país, hablamos que se contrajo 18.9%, cifra que jamás se había registrado desde que se lleva la estadística. Aún así el presidente López Obrador asegura que ya pasó lo peor, ojalá que así sea.

COLOFÓN

A colación del fuerte golpe económico, interesante serán escuchar, NO las opiniones o críticas de los suspirantes a la gubernatura, sino las alternativas y propuestas, soportadas desde el punto de vista técnico, para que la próxima administración estatal enfrente la crisis. El momento de las ocurrencias y los falsos debates quedó atrás, ahora sí, veremos de qué cuero salen más correas.