Primero mis hobbies
30 de julio - 2020

Por Mauricio Hernández Olaiz

Este tema tenía un buen rato de querer comentar, pero siempre salía un asunto de mayor relevancia, de coyuntura, tramas que era imposible dejar de comentar. Finalmente, solo tenemos un espacio a la semana.

Quiero dejar en claro que soy un gran aficionado al Béisbol. Deporte que practiqué durante 9 años y que me permitió conocer algunas partes del mundo representando a mi liga y a mi país. Sigo al rey de los deportes desde que tengo memoria. Cierto es que México ha contado con grandes peloteros en la gran carpa, incluso antes de la llegada de Fernando Valenzuela, quién sin duda fue el más mediático, pero no el primer en abrir el gran mercado norteamericano.

El fútbol ha sido desde siempre el gran referente deportivo en el país, sin embargo, no es el que mejores representantes ha dado, ni resultados. Pese a que el balompié siempre ha sido el más apoyado en todos sentidos. Es sin duda el béisbol el de mejores cuentas a la nación a pesar de que su apoyo ni se compara con el que tiene el futbol.

El presidente López Obrador es un gran aficionado al Béisbol, eso no es novedad alguna. Su gusto por este deporte le ha acompañado desde su infancia, como a casi todos los que seguimos esta disciplina, pero hoy desde la presidencia se ha comprometido a apoyarlo por encima de la lógica articulación.

Cuando un ciudadano se enfrenta a una carencia en el sistema de salud, que prácticamente trastoca su propia economía y estilo de vida no puede ver con buenos ojos como se les retiran los apoyos y medicinas a las mujeres enfermas de cáncer o a los niños con este terrible mal, mientras que a la par se da a conocer que el presidente dispondrá de 350 millones de pesos para la creación de la oficina de presidencia para la promoción y desarrollo del béisbol en México. Es un golpe bajo.

Ciertamente es el deporte que mejores resultados ha tenido con el menor de los apoyos gubernamentales. Pero cuando tu discurso es de austeridad y de transformación, por mucho que amemos un deporte no podemos ponerle por encima de sectores como el de la salud. Es aberrante.

Pero mientras hoy padres de familia de niños con cáncer o miles de mujeres se encuentran a la deriva por no poder pagar sus costosos tratamientos. Y la oferta prometida por el mandatario de que serían atendidos en los hospitales de especialidades del sector salud resultó todo una mentira, sabemos que el presidente está por cerrar la compra del estadio Tomás Oroz Gaytán de Ciudad Obregón, bajo el pretexto del rescate del inmueble y de la promoción del deporte a un costo aproximado de 582 millones de pesos

Pero el que el señor presidente del cambio, el humanista desinteresado amante del diamante y la pelota, invierta esa cantidad cuando hay sectores prioritarios con profundas carencias es un contra sentido y más en plena pandemia.

Pero el estadio de Obregón no sería el primer lujo en la campaña presidencial de ‘primero mis Hobbies’, hay que recordar que ya el pasado 24 de febrero, cuando la pandemia crecía en Wuhan, cuando empezaba a introducirse con enorme poderío en Europa, López Obrador compró, con dinero de la nación, el estadio Héctor Espino de Hermosillo en 511 millones de pesos. Las noticias desde China poco le importaron. Bueno si en plena crisis sanitaria en México, también poco le ha importado que podemos pedirle cuando aún no teníamos ni un enfermo.

Así pues mientras hoy nuestro país tiene 44 mil 876 muertos por covid 19, (la capacidad sumada de ambos estadios que compró el presidente apenas supera los 31 mil), el gobernante de ‘primero los pobres’ pule sus bates para mostrarle a propios y extraños como no importan los muertos por coronavirus, cáncer, diabetes, y un largo etcétera cuando todavía puedes conectar una recta de más de 80 millas por hora.

Así pues, el beisbol de AMLO nos ha costado la friolera de Mil 443 millones de pesos. ¿Cuántas quimioterapias, radioterapias, medicinas, vacunas, incluso centros hospitalarios se hubieran adquirido con este dinero?, ¿Cuántos muertos hoy por Covid 19 seguirían luchando al haber contado a tiempo con respiradores?

Si soy gran aficionado al béisbol, pero no al que se construye y promociona ante la carencia de sectores prioritarios. Estas medidas las aplaudiría, sin duda, si tuviéramos un país con el 6% de crecimiento económico, un sector salud como en Canadá o los países nórdicos, un sistema científico y cultural lleno de becas y oportunidades, una educación como en Finlandia, pero claramente esa no es nuestra realidad. De hecho, la nuestra es la antítesis del desarrollo, bajo ese criterio no se puede aplaudir a ese béisbol.

Me preocupa porque en este país, en este momento, el salir ponchado representa mucho más que solo un juego. ¿A que juega el presidente? Este señor está pensando que las cuentas van a dar para que alcance. Pero ese optimismo ya ha mostrado ser su peor enemigo, lo alarmante es que cada strike económico al presidente representa escasez, carencia y miseria para millones de mexicanos. ¿Imagine que se va ponchado? Lo peor es que ya está en 0 y 2.

‘Primero mis hobbies’. Y se queja de los mafiosos que usaban helicópteros del estado para ir a jugar golf.

@olaizmau