A contra corriente
14 de julio - 2020

Por Fernando Tamayo

Tras la gira del Presidente de la República a tierras americanas, se confirmó lo que para muchos ya era evidente. La crisis económica se ha sumado a la crisis sanitaria y política por la que atraviesa nuestro país. Y es que más allá de las declaraciones y/o justificaciones respecto a la parcialidad con la que se conducen los medios de comunicación –según señala el Presidente- lo cierto es que tanto en el imaginario colectivo como en las cifras la Economía mexicana se encuentra en terapia intensiva. 

Así, la lectura personal como la de un gran número de articulistas y columnistas nacionales y extranjeros todo hace indicar que el proyecto político de la 4T se ha equivocado tanto en el manejo de la pandemia como en la reacción que debería existir a través de la generación de políticas públicas para paliar la carencia de recursos económicos entre la mayoría de la población. 

Ante lo anterior la visita a Washington, capital política del neoliberalismo y de todo aquello que combate la Cuarta Transformación  se convirtió en el escenario ideal para que nuestro Presidente emitiera una alerta de auxilio frente al colapso que pudiese resultar en materia económica en México. 

La cena con un número importante de aquellos empresarios que tanto critica AMLO es muestra clara de que ahora lo que le preocupa al tabasqueño –después, por supuesto, de su imagen, popularidad y sus proyectos prioritarios- es que la nación no se le colapse por el tema pecuniario que hoy obliga a un gran número de mexicanos a literalmente arriesgar la vida saliendo de sus hogares en la búsqueda por los recursos suficientes para subsistir. 

Los datos emitidos por el Instituto Mexicano del Seguro Social que reflejan la situación laboral al cierre del mes de junio son abrumadores. A nivel nacional el desempleo aparece en uno de cada cuatro mexicanos, principalmente en el ámbito de la economía informal, al menos así lo marcan los datos que generó la Encuesta Telefónica de Ocupación y Empleo evidenciando que poco más de 12 millones de personas se encuentran en paro laboral.  En Tlaxcala el escenario no es diferente, de acuerdo al propio IMSS existe una disminución en empleo de 4.4% en relación a 2019. 

Todo esto sin que exista reacción alguna por parte de la autoridad federal. ¿Será suficiente una cena con un puño de empresarios nacionales y extranjeros para salvar al país del colapso económico? Hoy los mexicanos y los tlaxcaltecas nos encontramos frente a una gran encrucijada; salir a generar los ingresos necesarios para satisfacer nuestras necesidades con el enorme riesgo de ser contagiados por Coronavirus o bien esperar en casa a que alguien se compadezca de la situación precaria en la que se encuentra la mayoría actualmente. No podemos ir contra corriente, es urgente re-aperturar los sectores económicos y generar las acciones necesarias que permitan reactivar la economía lo más pronto posible. De no hacerlo los resultados tanto en lo sanitario como en lo monetario puede ser letales.   Al tiempo. 

Desde la barrera

Y mientras la mayoría de mexicanos y tlaxcaltecas nos encontramos preocupados por lo que sucederá en el ámbito económico y sanitario, los políticos aquellos cuyas necesidades son surrealistas dejan la comodidad de su casa no para generar sustento a ellos y sus familias sino, por lo menos ahora, “hacer política” con miras al proceso electoral 2021. Así las diferencias entre las necesidades de los gobernantes y gobernados. 

www.miradasdetalante.blogspot.com

fernandotmy@gmail.com

twitter.com/fernandotmy