AFILANDO HACHAS Y LANZAS
6 de julio - 2020

Por Edgardo Cabrera

Morena y PRD se alistan a renovar sus dirigencias nacionales y estatales, y dada su historia, el resultado es de pronóstico reservado.

Recordemos que en octubre del año pasado el partido en el gobierno federal no pudo realizar dicho proceso, sus asambleas distritales fueron un cochinero; lo mismo hubo acarreo, que compra de votos o condicionamiento de programas sociales y hasta violencia.

Para el caso de Tlaxcala los consejos distritales con cabecera en Apizaco y Zacatelco fueron reventados por un grupo, incluso en la ciudad rielera se llegó al grado de provocar terror entre los morenisnas ya que un deschavetado hizo explotar un cohetón que provocó caos y que posteriormente se cancelara la votación.

El proceso realizado en la capital del estado no pudieron boicotearlo, aunque hubo intentos tras la intromisión del regidor capitalino, Víctor García.

Del cochinero fue responsabilizada la suspirante a la gubernatura, Lorena Cuéllar, a quien incluso la senadora Ana Lilia Rivera denunció por desviar recursos públicos.

A nivel nacional la situación no fue mejor, la violencia marcó las distintas jornadas realizadas en diferentes entidades del país.

Ahora las cosas están peor, lejos de conciliar, las diferencias entre los grupos se han incrementado. Para el caso de Tlaxcala la molestia de algunos operadores políticos de Morena con la coordinadora de programas federales, a quienes corrió por su enaguas, anticipa que el proceso interno será la primera de muchas facturas que le cobrarán de aquí a la elección del 2021.  

En el plano cupular, el grupo antagónico a Yeidckol Polevnsky, que encabeza el dirigente interino, Alfonso Ramírez Cuéllar, la denunció penalmente ante la Fiscalía General de la República por presunto daño moral y lavado de dinero por 395 millones de pesos. Recordar que la ahora denunciada impulsaba las aspiraciones gubernamentales de Lorena Cuéllar.

SOBRE EL TIEMPO

De acuerdo con los tiempos de Morena, será dentro de dos semanas, para ser específicos, el domingo 19 de julio cuando se celebren las asambleas distritales, para la elección de consejeros.

En caso de prosperar ese proceso y que no estallen de nuevo los ánimos, el Congreso Estatal y Consejos Estatales se efectuarán el domingo 9 de agosto.

Y todo esto planean hacerlo cuando los contagios por Covid-19 están en su mayor crecimiento, de ahí que incluso hablan de optar por encuestas, en lugar del voto directo de los militantes, algo que por cierto sigue sin estar reconocido como un procedimiento dentro de sus estatutos.

¿DE LOS SILLAZOS A LA CIVILIDAD?

En el PRD las elecciones internas violentas eran el sello de la casa, recordemos que muchos de sus consejos por la renovación de las dirigencias o por el reparto de candidaturas terminaron en medio de los golpes e incluso utilizando las sillas como armas contra sus enemigos.

Ahora aseguran que será diferente, para el caso local parece que hay acuerdos entre todos sus líderes para integrar una planilla de unidad y renovar el Comité estatal en un proceso “civilizado”, donde se anteponga la palabra y el honor, sobre los conflictos internos.

En Tlaxcala desde octubre de 2017 se venció el periodo de Manuel Cambrón al frente de la dirigencia, sin embargo, la reestructura interna en el CEN, los procesos electorales y otros factores influyeron para posponer la renovación, al igual que en el resto de los comités estatales y el nacional.

Ahora, aseguran que harán las cosas diferentes, ya veremos, entre este domingo y el jueves se realizará el registro de planillas para competir por alguno de los 45 espacios para consejeros; ya veremos si prosperan los acuerdos para integrar una planilla única, o regresan a sus orígenes violentos al obligar una ríspida elección, también, en medio de la pandemia.