Por Fernando Tamayo

Tal y como lo advertimos la semana pasada la clase política parece haber dejado de lado la pandemia ocasionada por el Coronavirus y prefieren frotarse las manos en vísperas de la elección del 2021.

Y si a nivel nacional tenemos las fobias de BOA en lo local parece que nuestros célebres políticos se encuentran más preocupados de hacer amarres que de dedicarse a responderle de mejor manera a la ciudadanía que hoy más que nunca requiere del apoyo estatal para afrontar la crisis económica y sanitaria.

De esta manera hoy algunos que buscan ya sea la reelección o bien acceder de nueva cuenta a un cargo público hacen lo necesario para poder seguir viviendo a costa de los tlaxcaltecas. 

Sin embargo todos aquellos que consideran que pueden perpetuarse en el poder se les olvida que hoy no solo México es otro, sino que también Tlaxcala y sus habitantes se encuentran deseosos de un cambio real, y no solo de partido, sino de personajes.

Hoy los tlaxcaltecas no solo deseamos sino que además exigimos una clase política mucho más comprometida, mucho más capacitada y sensible hacia las demandas colectivas.

Con un porcentaje sumamente amplio de ciudadanos que aún no saben por quién emitirán su sufragio el próximo año los actuales actores políticos deben tener claro que no basta cambiarse de partido político como si se tratara de una playera de algún equipo de fútbol, es necesario, también cambiar actitudes, afrontar los retos que hoy demanda la ciudadanía y sobre todo comprometerse para servir y no para servirse.

Quienes no entiendan que México y Tlaxcala son y serán otros después de lo ocurrido durante este 2020 serán condenados al fracaso en su vida pública, aquellos que verdaderamente tengan esa conexión con la ciudadanía y entiendan las exigencias sociales serán los que verdaderamente logren un cambio de visión. Esperemos que pronto se manifiesten estos últimos, de lo contrario los resultados en estos tiempos de grandes retos públicos serán funestos. Al tiempo.

Desde la barrera

Curioso resultó ver que la Legisladora Federal Adriana Dávila tuvo que dar a conocer a través de distintos medios que había dado positivo en su prueba de Covid-19. Más allá de que le deseamos su pronta recuperación resulta lamentable que sea lo único que pueda informar para hacerse presente en la entidad. Ojalá que pronto no solo ella sino el resto de representantes populares nos indiquen de qué manera están apoyando, desde sus trincheras, al combate en contra de este virus que hoy más que nunca genera enormes estragos a la población.